Santos Aníbal Dominici Otero

Cuando tratamos de realizar una cronología de los primeros investigadores que se dedicaron al estudio de las diferentes áreas de la Microbiología en Venezuela, naturalmente tenemos que comenzar con uno de nuestros pioneros Luis Daniel Beauperthuy (1807-1871), sin embargo desde que sus investigaciones fueron realizadas pasó algún tiempo para volver a tener otros hombres de ciencia que igualmente se encargaran de traer a Venezuela los conocimientos adquiridos en otros países desde Estados Unidos y Europa principalmente.

Entre los países europeos se contaba con Alemania y especialmente Francia donde París se había convertido en la cuna del saber aquella llamada “Ciudad Luz” (la Ville lumière) francesa. La mayoría de nuestros pioneros hombres de ciencia realizaron sus estudios en París ya fuera en la Facultad de Medicina de la Universidad de París, en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Sorbona o en el Instituto Pasteur de París. Con los conocimientos adquiridos en estos importantes centros de estudio se ayudó a la actualización y modernización de la medicina en nuestro país, especialmente los investigadores trajeron sus  conocimientos para el estudio de las enfermedades infecciosas que tanto daño causaban en Venezuela y en Latinoamérica en esos años de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Entre estos científicos formados en el exterior pudimos contar con  Santos Aníbal Dominici Otero, quien además de médico fue escritor, diplomático y político.

Nació en Carúpano estado Sucre, el 16 de junio de 1869. Fue hijo del famoso abogado Aníbal Dominici y Elvira Otero. Una vez terminados sus estudios de primaria el joven Santos se traslada a Puerto España, Trinidad, realizando sus estudios de educación secundaria en el Colegio Bolívar de esa ciudad. Al finalizar su bachillerato nuevamente regresa a Venezuela y viaja a Caracas donde presenta los exámenes exigidos para revalidar su diploma y optar al título de Bachiller en Filosofía de la Universidad Central de Venezuela, el cual obtiene en 1884. Santos se inscribe en la Escuela de Medicina  para comenzar sus estudios de Medicina obteniendo el título de Bachiller en Ciencias Médicas de la Universidad Central el 8 de febrero de 1890, inmediatamente presentó su  examen para conseguir el título de Doctor en Medicina. Poco después, en los primeros meses de 1890, se incorporó como docente de la Facultad de Medicina con el nombramiento de profesor interino de la cátedra de Patología.

Mientras estudiaba su carrera estrecha amistad con José Gregorio Hernández, otro de nuestros pioneros de la Microbiología en Venezuela, quien se encontraba dos años más adelantado, esta amistad perduró toda su vida. No conforme con la obtención de su título de médico, Santos quiso especializarse y se trasladó a París, Francia, para continuar sus estudios.

Inmediatamente en París,  se puso en contacto con su amigo José Gregorio Hernández, quien se encontraba allí desde finales de 1889 y le expuso sus aspiraciones de progreso profesional. Mathias-Marie Duval (1844-1907) donde Hernández realizaba pasantías en el laboratorio de Histología a su cargo lo presenta  al Profesor Georges Hayem (1841-1933) Jefe de servicio en el Hospital de San Antonio y Profesor de Terapéutica y Materia Médica en La Sorbona  quien  ofreció a Domínici un puesto de trabajo en su servicio y además lo puso en contacto con su jefe de laboratorio, Nicholas Agustin  Gilbert (1858-1927) médico francés, quien trabajó en el Hôtel-Dieu de París, profesor agregado de la Facultad de Medicina y cuyo interés profesional giraba alrededor de las enfermedades hepáticas y biliares. Domínici trabajó con Gilbert en varios tópicos de las enfermedades gastrointestinales.

Para poder ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de París, Domínici tuvo que presentar los exámenes para optar al título de Bachiller en Ciencias y Artes de La Sorbona. Obtenido éste requisito en 1890, ingresó como alumno regular de la Facultad de Medicina cursando los cuatro años de estudios exigidos. Su tesis de grado contó con la tutoría de Gilbert, la cual fue titulada “Angiocolitis y colecistitis supuradas” –Des angiocholites et cholécystites suppurées-, con la que obtuvo el título de Doctor en Ciencias Médicas de la Universidad de París. En ese mismo período Domínici presentó otros trabajos de investigación ante la Sociedad de Biología de París los cuales fueron  publicados en la revista de la Sociedad, “Comptes Rendus de la Societé de Biologie de Paris” e igualmente  en la Gaceta Médica de Caracas.

Fueron muchas las enseñanzas que logró con su maestro Gilbert fue muy importante para Domínici aprender la aplicación del método científico en la investigación de las enfermedades humanas tanto en el ámbito clínico como en el experimental y no solo el estudio del paciente desde el punto de vista clínico.

En 1894 regresa a Venezuela con la emoción de poder servir a su país dando lo mejor de sí  y con  múltiples conocimientos adquiridos en su estadía en Francia. Domínici formó parte de la Sociedad de Médicos y Cirujanos de Caracas y en 1895 fue elegido como su Presidente durante los años 1895-1896. Un año más tarde, fue nombrado Profesor Titular de la Cátedra de Clínica Médica y Anatomía Patológica, recientemente fundada.

Domínici igualmente tuvo el cargo de Jefe de uno de los Servicios de Medicina del Hospital Vargas, el cual constaba de dos salas de hospitalización. En esas salas se hospitalizaban, estudiaban y trataban pacientes con casi todos los tipos de enfermedades médicas que aquejaban a nuestra población. De particular interés eran las enfermedades febriles y las anemias nutricionales. Además de la atención clínica de los pacientes en el Servicio de Domínici, los estudios se complementaban, en los casos fatales y cada vez que era posible, con la realización de la autopsia correspondiente. Además, se colaboraba con los colegas de otros servicios, estudiando las piezas anatómicas de casos dudosos, controversiales o interesantes que pudieran aclarar el diagnóstico y arrojar luz sobre el proceso patológico subyacente.

Domínici estuvo siempre interesado en el estudio de los diferentes síndromes febriles que veía en sus pacientes ya que significaban un alto porcentaje de las enfermedades que afectaban a la población venezolana y también y otras partes del mundo. El llegar a un diagnóstico preciso de los  diferentes tipos de síndrome febril que observaba, era de gran importancia para establecer el tratamiento preciso y emitir el pronóstico certero. Siguiendo este criterio Dominici logró la identificación microscópica por primera vez en Venezuela del agente causal del Paludismo conocido para aquel entonces como el “Hematozoario de Laveran”, posteriormente identificado como Plasmodium malariae. En pocos meses, diagnosticó una serie de 16 pacientes palúdicos. Estos trabajos fueron publicados en 1896 en la revista El Cojo Ilustrado con el título “Contribución al estudio del hematozoario de Laverán en Venezuela”. Por otra parte pudo utilizar la reacción de Widal para llegar al diagnóstico de  casos sospechosos de fiebre tifoidea.

Domínici fue el primero en aplicar en Venezuela entre el año 1895 y 1896 la tuberculina o linfa de Koch, preparada por Robert Koch (1843-1919) en el año 1890 y traída desde Alemania para el tratamiento de la tuberculosis pulmonar. Igualmente en esa época en 1894, probó el suero antidiftérico de Roux para el tratamiento de la difteria, puesto a punto por Pierre Paul Émile Roux (1853-1933). Domínici se encargó igualmente de aplicar el suero antiofídico de Albert Calmette (1862-1933) en los casos graves de picaduras o mordeduras de serpientes. Así mismo utilizó el llamado “suero antileproso de Carrasquilla”,  Juan de Dios Carrasquilla L. (1833-1908), en 12 leprosos del Asilo de Catia.

Los estudios realizados por Dominici en París y la forma como se realizaban los trabajos experimentales y las diferentes investigaciones, le dieron la idea de crear en pequeña escala en Caracas, un Instituto similar al Instituto Pasteur de París. Primero, funda un laboratorio clínico donde se realizaban exámenes bacteriológicos, histológicos y químicos, que servían de ayuda al diagnóstico  de diversas enfermedades que afectaban a los pobladores de Caracas; entre sus colaboradores se encontraban Enrique Meier Flegel (1864-1927), Pablo Acosta Ortiz (1864-1914), Elías Rodríguez (hijo) (1865-1936) entre otros.

Domínici siempre  tuvo la idea de ampliar los objetivos del laboratorio original hasta convertirlo en un verdadero centro diagnóstico y de investigación, así como también con funciones docentes, donde se pudiera enseñar las diferentes ramas de la Microbiología a los médicos de la época, todo esto inspirado en el Instituto Pasteur de París fundado en 1888 en Francia. Así nace el 1 abril de 1895 el Instituto Pasteur de Caracas, institución de carácter privado donde pudiera producirse una variedad de sueros tales como los sueros antidiftérico, suero antituberculoso y antiofídicos, así como la vacuna antivariólica y otros productos biológicos, realizar investigaciones médicas, sobre todo en relación con aquellas enfermedades que atacaban con mayor frecuencia en nuestro país y especialmente las de naturaleza infecciosa, bacterianas y parasitarias  así como también la forma de eliminarlas.

En 1896, trabajando en el primer laboratorio privado de microscopía clínica al servicio del gremio médico, describe y publica en el Cojo Ilustrado, el resultado de sus investigaciones sobre el Hematozoario de Laveran, es decir el Plasmodium falciparum, en la sangre de pacientes con Paludismo; emprende la tarea de estudiar los ciclos vitales de las tres grandes especies y formas febriles de esta enfermedad. También hizo importantes aportes en el conocimiento de la Bilharziosis. Santos Aníbal Dominici fue el fundador de las cátedras de Clínica Médica y Anatomía Patológica (1895) de la Universidad Central de Venezuela.

Durante el poco tiempo de existencia  el Instituto Pasteur de Caracas, logró cumplir con los objetivos que se había propuesto. Los resultados de las investigaciones realizadas eran conocidos por la comunidad y al gremio médico mediante publicaciones realizadas en el Cojo Ilustrado y la Gaceta Médica de Caracas. Gracias a la amplia campaña de vacunación gratuita en todo el territorio nacional se logró controlar la epidemia de viruela que azotó el país en 1898. El Instituto Pasteur de Caracas recibió el apoyo del General Joaquín Crespo, presidente de la República pero no de su sucesor, el General Ignacio Andrade.

En 1899, Domínici fue nombrado Rector de la Universidad Central por el nuevo presidente de la República Cipriano Castro. Igualmente fue  miembro de la Junta Administradora de los Hospitales Civiles del Distrito Federal; entre sus funciones se encontraba la de “ejercer la autoridad administrativa de todos los hospitales” y “dictar los Reglamentos” correspondientes. En 1900, Domínici obtuvo el título de Farmacéutico, el cual le fue concedido por el Consejo de Médicos.

Domínici fue destituido en 1901 del cargo de Rector de la Universidad Central y encerrado en la cárcel de La Rotunda, por defender a un grupo de estudiantes expulsados de la Universidad por ridiculizar al presidente Castro durante los actos de carnaval de 1901, incidente conocido como “La Sagrada”.  A finales del año 1901 salió de la cárcel  como enemigo del gobierno y poco tiempo después se incorporó a las filas de la “Revolución Libertadora”, al unirse  a los líderes de la oposición anticastrista liderada y financiada por el banquero y general Manuel Antonio Matos. En 1902 Domínici sirvió como médico cirujano mayor y secretario del Estado Mayor, durante aproximadamente año y medio. Al fracasar este movimiento armado, Domínici y un nutrido grupo de la élite intelectual, tuvo que salir del país exiliado y se radicó en Europa y Estados Unidos y no regresó a Venezuela hasta 1936.

Luego de este episodio, desafortunadamente en 1902 se cerraron las puertas del Instituto Pasteur de Caracas. Durante su corta existencia (1895-1902), este instituto contribuyó notablemente con el desarrollo de la Microbiología Nacional. Introdujo al país la primera colección completa de gérmenes conocidos y organizó los primeros cursos de Bacteriología práctica dirigidos por el Dr. José Gregorio Hernández. Rafael Rangel fue uno de los primeros en participar y colaborar en dichos cursos. Se puede afirmar que Dominici formó a Rafael Rangel, especialmente en el campo de la Parasitología.

Dominici apoyó a Juan Vicente Gómez en su reacción en contra de Cipriano Castro (1908). Fue designado Ministro Plenipotenciario en Alemania (1910), Inglaterra (1911-1915) y Estados Unidos (1915-1922). Sin embargo, ante el engaño del General Gómez para perpetuarse en el poder, en 1922 Domínici decide renunciar a su cargo en el exterior. Reinstalado en París desde finales de 1922, Domínici volvió al ejercicio de su profesión que había prácticamente abandonado en su mayor parte durante los últimos doce años de funciones diplomáticas. El 27 de diciembre de 1927 contrajo nupcias con la señorita caraqueña María Machado, quien se encontraba en París de visita a unos parientes. De su matrimonio nacieron en París dos niñas: Inés María y Elina.

Domínici exiliado en París, en 1929 participó activamente en la organización de la “expedición del Falke», nombre del barco a vapor utilizado para transportar las armas y expedicionarios desde Europa hasta las costas venezolanas. Fue designado presidente de la junta de Liberación Nacional con sede en París, presidida provisionalmente por la representación del Gobierno de Venezuela. En julio de 1929 se definió el plan operativo que consistiría en la captura y ocupación de Cumaná, mediante un ataque por mar liderado por Román Delgado Chalbaud-Cardona (1882-1929) y un simultáneo ataque por tierra por otras fuerzas involucradas. El asalto a Cumaná fracasó, al haber sido alertado el gobierno por los servicios de espionaje gomecista. En el enfrentamiento perecieron numerosos combatientes, entre los cuales se encontraban el propio Delgado Chalbaud, el comandante de las fuerzas gubernamentales General Edmundo Fernández y el joven estudiante Armando Zuloaga Blanco (1905-1929).  Con este fracaso, la Junta de Liberación Nacional redujo sus actividades, disolviéndose. Tras la muerte de Gómez en diciembre de 1935, asumió el poder el General Eleazar López Contreras (1883-1973). En esta nueva etapa Domínici tendrá una destacada actuación en los campos académico, docente y gremial. Fue designado en 1936 como Ministro de Sanidad y Asistencia Social, cargo que ocupó apenas siete meses y medio. Continuó con el proceso organizativo iniciado por su predecesor Enrique Tejera (1899-1980), lo cual llevaría más tarde a la consolidación de tan importante ministerio.

En 1938 Domínici fue electo para ocupar el sillón número XXX de la Academia Nacional de Medicina. Su admisión formal como Individuo de Número ocurrió en 1943, una vez presentado su trabajo de incorporación titulado “De la Esquistosomiosis hominalis y en especial de la Bilharziosis mansoni”. Antes de su admisión, Domínici se ausenta de Venezuela al ser nombrado “Enviado Extraordinario” ante la Santa Sede, en este nuevo cargo diplomático estuvo hasta mediados de 1941 cuando regresó a Venezuela debido al recrudecimiento de la Segunda Guerra Mundial en Europa.

En 1941 se fundó el Colegio de Médicos del Distrito Federal y  se eligió la primera Junta Directiva, la cual estuvo presidida por  Domínici. En 1944 se funda en Caracas, la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, Domínici presidió la primera Junta Directiva hasta 1952, año en que renunció por razones de salud. Igualmente se creó la Revista de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, cuyo primer número apareció en agosto de 1945.

Para 1949, Domínici ya retirado  del ejercicio profesional, de la docencia y de la política, formó parte  de la Academia Venezolana de la Lengua, contaba con  79 años de edad.

El doctor Santos Aníbal Dominici Otero  falleció en Caracas a los 85 años, el 29 de septiembre de 1954, dejando como legado una impecable trayectoria como médico, escritor, diplomático, político y como hombre de ciencia e investigador, dejó para Venezuela suficiente mérito para que lo consideremos un verdadero pionero de la Microbiología venezolana. Sus restos reposan en el Cementerio General del Sur.

REFERENCIAS

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Biografía elaborada por

Axel Rodolfo Santiago Stürup

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