Dos inmigrantes italianos, María de Cavazza y el Capitán del quinto batallón Edolo de los Alpinos, Alejandro Cavazza, decidieron ver amaneceres en el nuevo mundo después de sufrir los embates de la segunda guerra mundial y así escogieron a la pequeña Venecia como su segundo hogar. En Caracas el día veintiséis de enero de 1956, crece la familia, María Eugenia alias Genny, nace en la Clínica Santa Ana, Parroquia San José de Caracas, mostrando desde su nacimiento visos de una personalidad inquieta y curiosa.
Pasan dos años y sus padres, en vista de las circunstancias políticas del País y la inminente caída del General Pérez Jiménez, deciden enviarla a Italia hasta que se estabilice la situación. Más tarde se inicia la democracia en Venezuela y María Eugenia comienza sus estudios en el Colegio Mater Salvatoris de Caracas, en el cual concluye la primaria y secundaria bajo la disciplina de las monjas de la compañía de Jesús y un ambiente cristiano que le muestra los caminos de la vocación de servicio y el amor universal.
Una mañana hermosa donde el Ávila reconfortaba a los caraqueños, empezó su espíritu de investigador a manifestarse con mayor fuerza; era la clase de biología donde se hablaba de la molécula maravillosa denominada Acido desoxirribonucleico (ADN), sin mucho esfuerzo entendió que su camino sería la investigación y particularmente estaría orientada hacia la genética. En sus días de colegio no sólo se dedicaba a estudiar. Su otra gran pasión la portaba a pasar horas en una piscina entrenando para los campeonatos nacionales de natación y posteriormente fue miembro fundadora del primer equipo femenino de Water Polo, portando el emblema del Club Puerto Azul y luego de la Universidad Central de Venezuela al iniciar sus estudios en la escuela de Biología de la Facultad de Ciencias en 1975.
En la Facultad fue en reiteradas ocasiones delegado estudiantil ante el Consejo de Escuela e impulsó las actividades extracurriculares, fundando, junto a otros compañeros de Biología y Química, el primer centro excursionista de la Escuela de Biología llamado CECOBIO, grupo que aún tiene vigencia actualmente y realiza múltiples actividades conservacionistas. Llega el momento de decidir el tema de su tesis de grado y con agrado acepta la proposición del Dr. Vidal Rodríguez Lemoine de trabajar en genética bacteriana. En esta forma se consolida su mística de trabajo en la investigación en genética molecular y recibe de su tutor un gran cúmulo de conocimientos a nivel profesional y personal.
En una recluta del grupo de Microbiología del Instituto de Biología Experimental, se inscribe en 1979 como miembro estudiante en la Sociedad Venezolana de Microbiología, en la cual ha ocupado el cargo de Vocal en la Junta Directiva del Capítulo Metropolitano y actualmente se desempeña como Secretaria General en la Junta Directiva Nacional (2000- 2002).
En 1981 recibe su título de Licenciado en Biología ocupando el cuarto puesto entre cincuenta graduandos y teniendo el honor de ser elegida por sus compañeros de Facultad como vocero del discurso de graduación en el cual expone sus inquietudes sobre el perfil del egresado en Ciencias y su papel en una sociedad que apenas empieza a entender el significado de tener investigadores en un país joven y con gran potencial de desarrollo. Ese mismo año recibe una proposición laboral como investigador en la Sección de Investigación de Enfermedades Entéricas de la Infancia en el Instituto de Biomedicina, donde se especializa en el estudio de Escherichia coli enterotoxigénicas desde el punto de vista molecular y participa en las primeras etapas de la prueba de campo de una vacuna de Rotavirus, hasta que en 1989 opta por una beca del CONICIT para realizar sus estudios de cuarto nivel.
A pesar de recibir varias ofertas de universidades extranjeras decide emprender su Doctorado en la Universidad Central de Venezuela y obtiene su título de Doctor en Ciencias, Mención Biología Celular, con un promedio de 19 puntos. Su tesis doctoral dirigida por su maestro Rodríguez Lemoine y titulada: «Producción de sustancias tipo antibiótico y su papel en la patogenicidad de E.coli asociada en casos de diarrea aguda infantil«, recibe mención honorífica y derecho a publicación en 1993.
Consolida su estadía en el Instituto de Biomedicina como Investigador Jefe del Laboratorio de Histoquímica cuyo equipo de trabajo traspasa las fronteras de esa Institución colaborando con investigaciones y docencia en el área de microbiología molecular en diferentes universidades del país e institutos internacionales de investigación. Su carrera profesional se refleja en las 45 publicaciones nacionales e internacionales, 100 comunicaciones en eventos científicos y 5 premios al mejor trabajo científico en congresos nacionales.
En los últimos años se ha comprometido en el estudio de Helicobacter pylori en enfermedades gastroduodenales y en el Virus del Papilloma Humano, con un convencimiento que la investigación en estos microorganismos debe ir acompañada de un equipo multidisciplinario y un esfuerzo en el establecimiento de programas de prevención, particularmente orientados a niños y jóvenes.
Nuevamente se le presentan oportunidades de establecerse como investigador en el exterior del país; sin embargo, reitera su compromiso con la nación que le ha permitido desarrollarse como ser humano integro y con una mirada transparente de sus ojos azules como el mar Caribe deja en el aire su convencimiento que Venezuela es su presente.
Biografía elaborada por
María Isabel Urrestarazu