Carmen Teresa Marcano Camino nació en Quiriquire, campamento petrolero del estado Monagas, el 9 de junio de 1940, bajo el signo de Géminis. Sus padres: Pedro Nacianceno Marcano, natural de Carúpano, de origen humilde, empleado petrolero de lo que hoy llaman la nómina menor y Rosita Camino Núñez, natural de Maturín, nieta del Dr. Manuel Núñez Tovar, insigne médico maturinés. De esta unión nacen 4 hijos: Marisabel, de singular belleza, Pedro Miguel que murió al poco tiempo de nacer y las dos morochas: Carmen Teresa y Rosa Teresa, producto de un embarazo gemelar inadvertido para esa época. Su primera infancia transcurre en varios campos petroleros del estado Monagas y cuando apenas contaba con 4 años, la familia cambia su residencia a Caracas, en donde ha residido desde entonces, por lo que prácticamente se considera caraqueña.

Viviendo en la Urbanización Bella Vista cursó estudios de primaria en la Escuela «República del Ecuador» en San Martín y posteriormente en la Escuela «Experimental Venezuela», donde culminó sus estudios básicos junto a su hermana Rosa Teresa. Dicen las malas lenguas que «las morochitas» eran terribles, sacaban 20 puntos en aplicación y 0 (cero) en conducta, que no podían estar separadas una de la otra y eran igualitas por lo que los castigos y otras medidas disciplinarias tenían que ser aplicadas a ambas por igual. Ambas gemelas cursaron estudios de Educación Media en el «Colegio América» en San Bernardino y en el «Instituto Escuela» de La Florida, recibiendo el título de Bachiller en Ciencias en julio de 1957. En una ocasión, estudiando 3er año, a Carmen Teresa la «rasparon» en matemáticas y a Rosa en literatura; como tenían que presentar examen de reparación en el Liceo Andrés Bello, se cambiaron para presentar el examen y por supuesto, ninguno de los profesores se dio cuenta del cambio, aunque sí algunos de los compañeros más allegados que se ocuparon de que pasara inadvertido. Desde muy pequeñas sintieron gran inclinación por las carreras biomédicas por lo que su mayor anhelo era ser médico, bioanalista o enfermera.

Mediante examen de admisión, ese mismo año fue aceptado su ingreso a la Escuela de Medicina «Luis Razetti» de la UCV junto con su hermana Rosa Teresa. La madre, reforzando su parecido, casi idénticas, siempre las vistió igual y aparentemente eso les brindaba algunos beneficios. Era un ritual y hasta divertido asistir a clases y sobre todo a los exámenes con idéntica vestimenta por lo que muchos de sus maestros aún las recuerdan como «las morochitas» que eran igualitas. En el transcurso de toda la carrera, sólo el Dr. José Barnola de la Cátedra de Parasitología, durante el examen final oral, le exigió a Carmen Teresa que permaneciera en el recinto del examen hasta que entrara «la otra» para evitar un posible intercambio. No llegaron a perder ningún año; sin embargo, en el último examen de Clínica Médica «rasparon» a Rosa Teresa y de verdad ahí lloró todo el mundo (compañeros, profesores, enfermeras y hasta los pacientes). Afortunadamente, el acto de grado fue pospuesto hasta después del examen de reparación y las dos morochas se pudieron graduar juntas el 13 de septiembre de 1963.

Carmen Teresa se casó en 1964 con Alfredo José Naime Rojas, también médico cirujano egresado de la UCV y trabajaron 1 año como médicos residentes durante la construcción de la represa de Guri en el estado Bolívar. De regreso a Caracas, ingresa al curso de postgrado en Dermatología del Hospital Universitario de Caracas y recibe el título de especialista en Dermatología en 1968. Al terminar el postgrado, sintiendo una especial inclinación hacia la Micología, realiza un entrenamiento personal durante 1 año bajo la tutela del Dr. Dante Borelli y, posteriormente, ingresa como profesor instructor en la Cátedra de Microbiología de la Escuela de Medicina «Luis Razetti» en 1969, adscrita a la Sección de Micología Médica del Instituto de Medicina Tropical (IMT) de la UCV. Desde entonces, Carmen Marcano se dedicó con empeño a las labores de docencia, investigación y asistencia en la Cátedra de Microbiología y en la Sección de Micología Médica del IMT, trabajando a tiempo completo al lado del maestro Borelli.

Carmen Marcano ha publicado más de 40 trabajos científicos en revistas nacionales e internacionales. Sus publicaciones están relacionadas con los aspectos diagnósticos y terapéuticos de las micosis humanas y abarcan tópicos diversos que se extienden desde hongos dermatofitos causantes de tíneas, pasando por micosis oculares, esporotricosis y cromomicosis, y comprobando la eficacia de drogas antifúngicas específicas. Carmen Marcano ha dictado innumerables conferencias en eventos científicos en la Sociedad Venezolana de Microbiología, la Sociedad Venezolana de Dermatología y en otras asociaciones científicas dentro y fuera del país. Se destaca por la  originalidad del material presentado que es el producto de su experiencia personal.

Carmen Marcano ha sido miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Venezolana de Dermatología y de la Sociedad Venezolana de Dermatología y Cirugía Dermatológica. Ha integrado comisiones de trabajo en el Instituto de Medicina Tropical (Comisión Técnica) en la Facultad de Medicina (Relaciones Gremiales), en la Sociedad Venezolana de Dermatología (Comisión de Credenciales), en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (Comité Técnico Asesor para el Estudio de las Micosis), entre otras. Actualmente representa a la Sociedad Venezolana de Dermatología y Cirugía Dermatológica ante la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas (Período 1998-2002).

Entre las distinciones recibidas por Carmen Marcano figuran: Condecoración Orden Mérito al Trabajo Universitario «Francisco de Venanzi» Universidad Central de Venezuela (1993); Premio «Dr. Victor Suprani» al mejor Trabajo Libre en Póster presentado en la XXXI Reunión Anual de la Sociedad Venezolana de Dermatología (1995); 2º Premio «Concurso de Fotografía Científica» patrocinado por Laboratorios Sandoz y la Sociedad Venezolana de Dermatología (1996). Tiene dos hijos: Carmen Rosa, médico cirujano egresada de la UCV, con postgrado en Medicina Interna y Alfredo José, Licenciado en Computación de la Escuela de Ciencias de la UCV. Desde 1981 se desempeñó como jefe de la Sección de Micología Médica del IMT hasta agosto del año 2000 cuando hizo efectiva su jubilación, después de 31 años de servicio activo.

Carmen Marcano confiesa que al lado del maestro Borelli aprendió que para tener éxito como investigador hay que trabajar al lado de un investigador exitoso; que el mejor docente no es aquel que recita el último artículo que se leyó la noche anterior sino aquel que enseña basado en los resultados de su propia experiencia; que un buen médico es aquel que atiende a su paciente con caridad, amor y dedicación y saca provecho de sus logros y también por qué no, de sus fracasos; que es necesario documentar cada hallazgo con el trabajo minucioso en el laboratorio y mediante fotografías macro y microscópicas; que más vale decir «no sé» que «lo sé todo»; que no debemos hacer alarde de nuestra supuesta sabiduría y menos aún ante los que creemos más débiles; que debemos ser modestos y no deslumbrarnos ante los halagos que nos ofrecen posiblemente inmerecidos. Al maestro Borelli le debo todo. No siente vergüenza en reconocer sus errores y a compartir experiencias con los colaboradores más cercanos y entre sus hobbies, le gusta dibujar, resolver crucigramas y dameros y últimamente le ha dado por hacer un poco de poesía y acrósticos. Carmen Marcano es digna del respeto y del cariño de sus colegas, alumnos y amigos.

Biografía elaborada por

Oswaldo Carmona

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