En la casa colonial identificada con el número 97 de la Calle Bermúdez (“Calle Larga”) de Cumaná, capital del estado Sucre, en el Oriente de Venezuela, vivía un próspero zapatero llamado Juan Bautista Gómez y su señora esposa, Carmen Teresa Coello, ama de casa dedicada a la educación de todos sus hijos: Héctor José, Lourdes Teresa, María Josefina, Ángela Natividad, Jorge José y Rosa Margarita. Con esmero, la pareja Gómez-Coello logró conducirlos por el camino del estudio y la disciplina y actualmente todos son profesionales de alto nivel y de condiciones humanas excepcionales.
María Josefina Gómez Coello (“Fina”) nació el 14 de octubre de 1944 y su niñez transcurrió en un ambiente familiar lleno de valores indiscutibles y de una gran alegría. Realizó su educación primaria en el Colegio de las Carmelitas y en el Colegio Santa Inés, ambos en su ciudad natal, e inició su educación secundaria en los liceos José Silverio González y Antonio José de Sucre. Posteriormente, se trasladó a Caracas para culminar su bachillerato en el Liceo Pedro Emilio Coll y en 1963 obtuvo el título de Bachiller en Ciencias.
Aunque tenía vocación por la Arquitectura y la Biología, se decidió por esta última, e ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), obteniendo el título de Licenciada en Biología en 1970. Durante sus estudios universitarios se destacó en el campo de la microbiología, inducida por el profesor instructor Dr. Luis Segundo Jordán, a quien recuerda con mucho cariño, describiéndolo como un docente apasionado por el mundo de los microbios. Fue preparadora (1970-71) y luego Biólogo investigador (1972-1973) de la Facultad de Ingeniería de la UCV, Microbiólogo del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” (INHRR) (1973-1987), profesora de Biología del Liceo Fermín Toro (1973), y jefe encargado del Departamento de Bacteriología del INHRR (1975, 1977).
María Gómez realizó múltiples cursos en Venezuela y en los Estados Unidos para perfeccionar sus conocimientos de Microbiología, especialidad a la que le ha dedicado toda su vida profesional. Mención especial merecen los estudios realizados en el Centro de Control de Enfermedades (CDC) en Atlanta, Georgia, EEUU, donde se entrenó en la identificación de bacterias anaeróbicas y clamidias. Así mismo, se entrenó en técnicas de diagnóstico bacteriológico en el Hospital Emory de Atlanta.
En 1981 ingresó como instructor por concurso a la Cátedra de Microbiología de la Escuela de Medicina “Luis Razetti” de la Facultad de Medicina de la UCV, y allí desarrolló sus virtudes pedagógicas, ascendiendo por los diferentes niveles del escalafón docente universitario. En el año 2001 ganó por concurso la jefatura de dicha Cátedra. Se jubiló de la UCV en el año 2005.
Su mayor productividad científica la desarrolló durante su desempeño como jefe de la Sección de Bacteriología del Instituto de Medicina Tropical de la UCV, cargo que ocupó desde 1992 hasta 2007. María Gómez ha realizado muchas publicaciones, en revistas de reconocido prestigio, relacionadas con la identificación de micobacterias, bacilos gramnegativos, corinebacterias, enterococos, neumococos y otros estreptococos.
Ha dedicado varios años de su vida profesional a la identificación de cepas de neumococos y enterococos aislados de muestras clínicas de diferentes orígenes y ha evaluado su resistencia a los antimicrobianos. Demostró por primera vez en Venezuela la existencia de las primeras cepas de neumococo con sensibilidad disminuida a la penicilina y la evolución de este fenómeno en el tiempo, datos que merecieron, por parte de la Sociedad Venezolana de Microbiología (SVM), el premio “Luis Daniel Beauperthuy” en 1986 y mención honorífica del citado premio en 1998. Como parte integrante del Grupo Venezolano de Vigilancia de la Resistencia Bacteriana a los Antimicrobianos ha hecho importantes aportes, especialmente sobre resistencia de neumococos, enterococos y Shigella.
Su amor por la docencia se vio cristalizado con su participación como coeditora y coautora del libro Microbiología Médica de Divo. También ha sido coeditora y coautora del libro Microbiología Médica, junto a María Josefina Núñez y Oswaldo Carmona. Además, es una persona con gran espíritu de colaboración, siempre dispuesta a ayudar con generosidad a estudiantes o profesionales que han solicitado su apoyo. Son numerosas las tesis de grado y de ascensos en el escalafón universitario en las que aparece su nombre en la sección de agradecimiento de las mismas. Ha colaborado activamente con diferentes instituciones asistenciales, científicas y docentes, como el Hospital Universitario de Caracas, el INH”RR” y la Escuela de Medicina José María Vargas, tanto en la realización de trabajos de investigación como en cursos de actualización de pre y posgrado.
María Gómez ha ejercido varios cargos en la Junta Directiva de la SVM y de los comités organizadores de jornadas y congresos realizados por esta sociedad. También ha dictado numerosas conferencias en cursos organizados por los diferentes Capítulos de la SVM y de otras instituciones científicas. Desde 1986 ha hecho posible el crecimiento de la calidad científica de la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología. Ha formado parte de la comisión editorial durante muchos años y sigue aportando su entusiasmo y conocimiento en la edición de la revista hasta la presente fecha. Actualmente (2012) dedica gran parte de su tiempo a la coedición de la Revista de la SVM y adicionalmente disfruta revisando su poemario.
Quienes la conocen saben de sus condiciones humanas: exigente, organizada, perfeccionista, precisa, reservada y profundamente sensible. Es amante de la música, cualidad que heredó de su padre y de las manualidades, cualidad transmitida por su madre. Tiene muchos amigos que disfrutan de su afecto y simpatía, entre los cuales merecen mención: Giovanna Mérola (lamentablemente fallecida), Germania García, Libia Henao, María Josefina Núñez, los esposos Arnulfo Ruiz y Delia Mago, Axel Rodolfo Santiago, además de los autores de esta biografía a quienes considera “sus hermanos“.
Es adicta a la familia. Sus hermanos la aman profundamente por su perseverancia para mantenerlos unidos. Tiene muchos sobrinos a los que protege, especialmente a los que más la han necesitado como Karla María y Carlos Daniel, hijos de su hermana menor Rosa Margarita, quien quedó viuda prematuramente. Las dos hijas de Karla: Micaela y Emiliana, le han robado el corazón y horas de dedicación.
A través de esta biografía queremos manifestar nuestra admiración y respeto profundo por María Gómez, ya que se trata de una persona con inagotable capacidad de trabajo, amor por la excelencia y con manifiesta incondicionalidad hacia todas las personas que tenemos la fortuna de ser sus amigos. Es pequeña de estatura pero gigante en virtudes humanas.
Biografía elaborada por
Oswaldo Carmona y Tibaire Montes