Nace Marisol en Ciudad Bolívar el 07 de mayo de 1948. Es hija de Juan Sandoval Fuentes (†) y María Odreman de Sandoval. Se casa con el traumatólogo tachirense Carlos Alberto Mora; tiene tres hijas, Marisol, Carla y Endrina, y dos nietos, Verónica y Jesús Rafael. Realizó sus estudios de primaria en el Grupo Escolar «Federico Chirinos» en El Palmar, estado Bolívar. Su secundaria la realiza en el Liceo «Tomás de Heres» en Ciudad Bolívar y estudia Medicina en la Universidad de Oriente (UDO), Núcleo Bolívar, donde egresa como Médico Cirujano en 1972. Entre 1972 y 1974 trabaja como interno en el Hospital «Ruiz y Páez» para los departamentos de Medicina, Cirugía, Ginecología y Obstetricia y Pediatría. Es médico residente de Medicina Interna entre 1974 y 1975 en el mismo hospital. Ingresa al Departamento de Medicina de la UDO en el Hospital «Ruiz y Páez» desde el año 1975.

En 1978 alcanza su escalafón como profesor instructor. Realiza su curso de posgrado en Infectología en el Hospital Universitario de Caracas en el lapso 1980-1981. Es médico residente visitante en Infectious Diseases Section Yale Medical School, New Haven, Connecticut State, EE.UU. entre agosto y noviembre de 1981. Ejerce sus funciones como médico adjunto en Medicina Interna en el Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario «Ruiz y Páez» desde 1975 hasta 1998, y ejerce como médico infectólogo en dicho hospital desde 1982 hasta la actualidad. Es jefe del Servicio de Medicina III y coordinadora del Posgrado de Medicina Interna en el Hospital Universitario «Ruiz y Páez» desde 1993. Ejerce como coordinadora de la comisión de antibióticos e Infectología y como miembro de la Comisión de Control de Infecciones Nosocomiales desde el primer decreto hasta 1992 en dicho hospital. Sus líneas de investigación son la malaria, leptospirosis, infecciones osteoarticulares, infecciones nosocomiales y resistencia bacteriana.

Escribir sobre Marisol en varias facetas como son: Las relaciones maestra-científica-discípulo; médico-paciente y espiritual, en una persona de temperamento aparentemente altivo, es fácil. En su relación maestra-científica-discípulo: Es digno ejemplo para sus alumnos, «la excelencia» es la base de su formación. La facilidad de transmitir lo aprendido y el deseo de dar todo, sin ocultar nada, la hace merecedora del título de Maestra, siempre nos recuerda el pensamiento R.D Hitchoor. «Aprender es un placer, pero el placer de aprender nunca se compara con el placer de enseñar«. Le trasmite al alumno el sentido de responsabilidad, estudio permanente, calidez humana, interpretándose para los que no asumen ese reto como exigente, pero los que lo aceptan, se lo agradecen eternamente, convirtiéndose en una admiración que deja huella profunda con deseos de imitar. Ha hecho suyos y los proyecta en sus mensajes de manera permanente. «El peor de los defectos es la ingratitud, que pasa por alto a quien nos ayuda en tiempos de prueba y aprendizaje«. (Minutos de Sabiduría). En su relación médico-paciente: transmite la seguridad necesaria, estableciendo el diálogo permanente, para llegar a la profundidad del área social, familiar y de esta manera buscar la raíz de la patología, para luego explicar el plan terapéutico en una forma sutil que llena de admiración. También siempre nos manifiesta que «todas las veces que servimos a un semejante, estamos sirviendo a Dios» (Minutos de Sabiduría).

Llegamos a la conclusión que todo esto lo ha obtenido por el diálogo permanente y constante con el ALTÍSIMO, al observarla todos los domingos en la tarde en la Iglesia La Milagrosa, para hacerse así seguidora de San Juan de la Cruz, cuando nos expresa que «La luz de la Fe vence a la de nuestro entendimiento«.

Biografía elaborada por

Mabel Chacón y Ramón Eliel Andrade

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