El 14 de octubre de 1937 los llanos de Portuguesa vieron nacer a Teresa de Jesús. En Acarigua, dio sus primeros pasos en una hermosa casa ubicada frente a la plaza Bolívar junto a sus padres Manuel Blanco Peñalver, quien fue mecánico agrario oriundo de Yaritagua (estado Yaracuy) y Luisa Sanoja Márquez de Guanare. Creció al lado de sus cinco hermanos: Edelmira, Carmen, Aída, Antonio Luis y Manuel. A los 12 años terminó sus estudios de primaria en la Escuela Francisco Fajardo. La secundaria la comenzó en el Liceo José Antonio Páez de Acarigua, culminando el ciclo diversificado en el Liceo Andrés Bello de Caracas a los 17 años, impulsada por el anhelo de superación de sus padres. En esta etapa de su vida conoció a José Simón Polanco León, otro llanero emprendedor oriundo de El Baúl (estado Cojedes), estudiante de Derecho en Universidad Central de Venezuela (UCV). Esta amistad floreció y se convirtió en un bello hogar con tres (3) hijos. Sus aspiraciones continuaron y fue la casa que vence la sombra, la UCV, en la Escuela de Bioanálisis, la que albergó a Teresa de Jesús Blanco de Polanco hasta obtener el título de Bioanalista en el año de 1963.

Sus inicios como profesional fueron cristalizados desde 1964 en el Laboratorio de Bacteriología del Hospital Universitario de Caracas (HUC), el mismo lugar donde realizó sus pasantias. Este Laboratorio fue cuna y escuela de formación de grandes microbiólogos. Allí conoció a la Lic. Josefina Guariguata, quien para ese tiempo era la jefa del Departamento de Bioanálisis y fue ella quien dejó un legado en Teresa a través de sus enseñanzas, disciplina y mística, formándola como una profesional de pasión. También, conoció a un hombre que impulsaría e inspiraría a Teresa en su desarrollo como profesional de la Microbiología, maestro de maestros, el Dr. J.J. Gutiérrez Alfaro. Al lado de este Médico-Microbiólogo, Teresa aprendería y cultivaría conocimientos y habilidades que le permitieron hacer una carrera exitosa de 32 años de servicio ininterrumpidos dentro del HUC, hasta llegar a ser la coordinadora general de la Sección de Bacteriología del Departamento de Bioanálisis y finalmente, entre muchos otros profesionales brillantes, el Dr. Oswaldo Carmona, Médico-Microbiólogo, con sus clases magistrales y enseñanzas metodológicas, dejó grandes aportes científicos a Teresa.

Desde 1972 mostró marcado interés por ampliar sus conocimientos científicos lo que la impulsó a asistir a las jornadas científicas, así como congresos nacionales, latinoamericanos y panamericanos dictados en el ámbito del Bioanálisis y la Microbiología a nivel nacional. Todos estos esfuerzos la llevaron a conformar la lista de los coordinadores de las actividades científicas del VIII Congreso Venezolano de Bioanálisis efectuado en el Hotel Macuto Sheraton en el año 1997 y a persistir por doce años con una asistencia regular a la clase de postgrado de Infectología con sede en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del HUC.

Muchas fueron las actividades que desarrolló paralelamente durante estos largos años de servicio ininterrumpidos en el HUC dentro de las que se destacan que fue miembro de la Subcomisión de Infecciones Hospitalarias, miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Bioanalistas Especialistas y miembro de la Sociedad Venezolana de Microbiología. En su carrera asistencial realizó suplencias en los laboratorios de Bacteriología del IPASME, la Policlínica Metropolitana, el Centro Médico Docente La Trinidad, el Centro Médico de Caracas y el Seguro Social. Como docente se desempeñó como colaboradora en los postgrados de Infectología del HUC y en la Escuela de Bioanálisis en pregrado y postgrado. Realizó más de treinta cursos de mejoramiento y actualización profesional en diferentes áreas tales como: Bioquímica, Administración en Salud Pública, antibióticos, Microbiología Industrial, micobacterias, anaerobios y Enfermedades Infecciosas.

Dentro de los trabajos científicos originales que realizó se destacan: Susceptibilidad de enterobacterias a cefazolina vs cefalotina; resistencia bacteriana a los antimicrobianos en más de trece hospitales de Venezuela, entre otros. Fue colaboradora en trabajos científicos que fueron publicados en revistas científicas nacionales y expuestos en eventos científicos cuyos títulos más destacados son: “El problema de la infección con los drenes de látex”; “Vigilancia de la resistencia bacteriana a los antimicrobianos en once hospitales de Venezuela”, entre otros.

Este cúmulo de éxitos que caracterizaron la carrera como profesional de la Microbiología de Teresa Blanco de Polanco estuvo apoyada por su hermosa familia a la cual le entregó sus mejores esfuerzos. El fruto, tres hijos. El primogénito llamado Manuel Leonardo, quien al igual que su padre es abogado, caracterizado en la familia por ser el meticuloso; Pilar Teresa, Licenciada en Contaduría Pública y Administración y conocida como la emprendedora y, finalmente, José Simón (autor de esta biografía) Sociólogo, Magna Cum Laude de la UCV quien es Pastor Cristiano y caracterizado por ser el unificador del amor y la fe familiar.

Actualmente Teresa es una mujer plena, satisfecha, feliz de haber alcanzado logros a nivel personal, familiar y profesional. Ya jubilada su voluntad de servicio la siguen acompañando en su ejercicio de amor, comprensión y paciencia para con todos aquellos que se encuentran en su camino. Así, convirtió en su hobby la satisfacción de ayudar a otros a alcanzar sus metas y deseos.

Biografía elaborada por

José Simón Polanco

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