Alberto Maekelt nació el 15 de octubre de 1920 en Alemania; donde transcurrió parte de su vida. Inició sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de Berlín, realizó postgrado en Medicina Interna durante cuatro años en Hamburgo, seguido de un año de Medicina Rural, siendo estos sus primeros pasos en el ejercicio médico.
Al culminar este período, en 1952, recibió una propuesta de trabajo en Venezuela, que consistía en una beca por dos años para ejercer la medicina y complementarla con sus conocimientos de laboratorio en el Hospital Central de Valencia. Durante este período, obtiene el cargo de jefe de Servicio de Infectología en el mismo centro. En ese intervalo de tiempo, Alberto Maekelt refiere haberse adaptado de manera satisfactoria al contexto social y laboral en el cual se desenvolvía, además de haberse despertado en él, gran interés por las enfermedades tropicales que en ese momento representaban una realidad palpable. Aunado a esta iniciativa y a su meritoria labor y desempeño, la beca fue prolongada por un período de seis años.
En esos tiempos, el 50 por ciento de la población rural venezolana en edades comprendidas entre los 18 y 25 años estaba afectado por la enfermedad de Chagas y así se despertó su interés sobre esta enfermedad de la cual fue un gran conocedor. Recordaba que en el servicio que estaba a su cargo se encontraban disponibles 20 camas, de las cuales 12 de ellas estaban ocupadas por pacientes con cardiopatía chagásica crónica. Dichos acontecimientos marcan el inicio de sus trabajos como investigador científico acerca del mal de Chagas. Alberto Maekelt compartía sus intereses acerca de este tópico con un anatomopatólogo de la época. Ellos lograron recopilar en seis años más de quinientas autopsias de pacientes fallecidos debido a cardiopatía chagásica mortal.
En 1958 recibió una beca por seis meses en la ciudad de Sao Paulo, donde dedicó sus estudios a confirmar la etiología de la cardiopatía chagásica crónica, mediante métodos parasitológicos y serológicos. Logró demostrar por serología que el 10% de donantes de sangre en Valencia resultaron positivos a la infección chagásica. En ese mismo año fue becado y se especializó en Diagnóstico Inmunológico en Atlanta, Georgia (EEUU), en el Comunicable Diseases Center (CDC), que era el centro más importante de diagnóstico de enfermedades infecciosas a nivel mundial.
Al volver al país, recibió múltiples ofertas de trabajo, una de ellas fue la que le hizo el Dr. Félix Pifano, para trabajar en la Cátedra de Medicina Tropical de la Facultad de Medicina de la UCV, recién fundada. Otra de las propuestas fue la realizada por el Dr. Miguel Layrisse del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y una última oferta para trabajar en el Hospital Vargas realizada por el Dr. Morales Rojas, cardiólogo con gran interés de que Alberto Maekelt ofreciera su experiencia médica e investigativa en este ámbito. Ante tantas oportunidades, aceptó la propuesta de trabajar en el Hospital Vargas y además desde ese momento, comenzó a formar parte de la Cátedra de Medicina Tropical en el año de 1962, después de haber aceptado el ofrecimiento del Dr. Félix Pifano. Estableció un Centro de Diagnóstico de Enfermedad de Chagas, donde puso mucho de su empeño, constancia y tesón, ya que, en los inicios de este centro, no se contaba con muchos recursos tecnológicos y de laboratorio. En ese mismo año se inicia una campaña nacional dirigida a la lucha contra el vector de la tripanosomiasis cuya ejecución estuvo a cargo de la División de Endemias Rurales en colaboración con personal médico del Instituto de Medicina Tropical, donde figuraba Alberto Maekelt y así se implementó la aplicación de dialtrinicamexan, logrando exitosos resultados.
En el año de 1962, a la edad de cuarenta y dos años, contrajo nupcias, con quien fue su esposa, la reconocida abogada Tatiana Bogdanowsky de Maekelt, con quien tuvo una hija, Irene Maekelt de Valera también abogada como su madre.
Son innumerables las labores realizadas y los logros obtenidos por Alberto Maekelt en Venezuela y otros países, mereciendo destacar los trabajos presentados en Austria. Participó en múltiples congresos en nuestro país. En el mes de febrero del año 2002, realizó una maravillosa ponencia, en el homenaje realizado a la Cátedra de Medicina Tropical en su aniversario. Su vida ofrece un amplio espectro de circunstancias; así fue su trabajo con una tribu de indios en el Alto Caura, fomentando la medicina y llevando salud hasta esos sitios lejanos. Perteneció a la Sociedad de Medicina Tropical de Hamburgo. Escribió un capítulo en el libro Biochemistry of Parasites, sobre el mecanismo inmunitario de los parásitos. Durante su año sabático se dedicó a la investigación en Washington. Tiene en su haber más de cien publicaciones sobre la enfermedad de Chagas y otros temas. Podemos citar algunos de ellos como por ejemplo su tesis para profesor titular realizada en 1981 sobre “Cultivo in vitro de Tripanosoma cruzi, utilizando un fermentador automático”. Trabajos sobre el diagnóstico de la toxoplasmosis, la etiología de las enfermedades hepáticas, serología de las micosis, entre muchos otros. En 1985 publicó el libro A Bibliography on Chagas Diseases (1968-1984) en colaboración con otros autores como James A. Dvorak, de Maryland (EEUU) y Carter C. Gibson, para el National Institute of Health y Panamerican Health Organization. Recibió múltiples reconocimientos y condecoraciones por su loable labor y sus aportes a la medicina. En 1973 la Academia Nacional de Medicina le otorgó el Premio José Gregorio Hernández y ese dinero lo dedicó a la adquisición de un moderno microscopio para el laboratorio de la sección.
Aun a sus 82 años mostraba interés por el estudio de técnicas de biología molecular como la PCR. Gran parte de sus días transcurrieron en el Instituto de Medicina Tropical y con su labor docente, contribuyendo en la formación de nuevas generaciones de médicos. Al entrar a la oficina de Alberto Maekelt nos encontramos con miles de libros y revistas y pudimos conocer a un hombre que a pesar de su avanzada edad gozaba de gran entereza y personalidad. En 2001 fue jubilado de su cargo de profesor titular de la Cátedra de Medicina Tropical, pero siguió día a día con su labor investigativa y docente y lo hacía sobre todo por una obligación institucional, porque se sentía moralmente ligado a la UCV y como él mismo decía: «trabajo porque me gusta y mientras pueda lo seguiré haciendo…«.
En sus fines de semana de esparcimiento viajaba de región en región, conociendo nuevos lugares ya que sin duda poseía un gran espíritu explorador, lo que se demuestra por su osadía al subir al Pico Bolívar en compañía de personas autóctonas de la región y una burra, donde permaneció por una semana y no sólo tuvo íntimo contacto con la naturaleza, sino que fue víctima de la llamada enfermedad de las alturas. Otra de las anécdotas que vale la pena citar, es la de su hazaña cuando se encontraba cazando babas en un río lleno de caribes y sus implementos de caza se sumergieron en el agua en donde él y sus compañeros de expedición tuvieron el coraje de ir en su búsqueda, corriendo el riesgo de ser atacados por estos agresivos peces, con la suerte de haber salido ilesos. Hecho que recordaba como una jocosa aventura.
A la edad de 82 años, Alberto Maekelt confesaba su fanatismo por el Internet y su adicción por mantenerse actualizado. Fue pionero en el uso de equipos audiovisuales para la enseñanza de la Medicina Tropical, complementando sus clases y conferencias con un riquísimo material fotográfico recopilado por años. En reconocimiento al maestro Maekelt la biblioteca del Instituto de Medicina Tropical ha sido honrada con su nombre, lo que es consecuencia directa del espíritu inquieto y del afán de actualización del querido maestro. Falleció el 29 de junio de 2008
Biografía elaborada por
Claudia Rinaldi