“Persistencia, insistencia y regularidad. Son condiciones para el contacto entre la academia y sus usuarios extramuros”
José Vicente Scorza Benítez
Para todos los que hemos trabajado en el área de la Microbiología es difícil no haber conocido u oído hablar de José Vicente Scorza Benítez y mucho mejor, haber tenido la oportunidad de trabajar con él o ser su alumno de Pre o Posgrado. Hoy en día, conocer cuántos actuales profesionales de las más diversas carreras científicas, no tuvieron algo que ver con el doctor Scorza y con qué inmodestia escuchamos, refiriéndose a él: “Fue mi profesor”. Con que orgullo sincero se dicen esta frase por parte de los que fueron sus discípulos.
Nunca olvidaré el primer contacto que tuve con el doctor Scorza y me remonto a finales de los años 70 y comienzo de la década de los años 80 del siglo XX, cuando realizaba mis estudios de Posgrado en Inmunología Parasitaria en el Instituto Pasteur de Lille, en el “Centre d’ Inmunologie et de Biologie Parasitaire”. Laboratorio de Protozoología. Lille, Francia. Para aquel entonces necesitaba de sobre manera conseguir bibliografías referentes al estudio de la Trypanosomiasis americana, específicamente relacionada a los diferentes investigadores venezolanos que habían sido pioneros de estos estudios en Venezuela los cuales necesitaba incluir en la bibliografía de mi tesis de grado. Le envié una carta desde el Instituto y cual sería mi grata sorpresa que el doctor Scorza me respondió y envió importantísimas bibliografías referentes al tema solicitado, así como también artículos publicados por él, uno de ellos autografiado. Hoy con el avance de la tecnología, el Internet, entre otros, es fácil la búsqueda de cualquier trabajo científico, pero para aquella época era difícil. Para mí fue un verdadero honor el recibir respuesta de aquel hombre que estaba en la cúspide de la ciencia venezolana y tuvo el tiempo para escribirme y enviarme aquellos interesantes trabajos científicos.
A mi regreso a Venezuela tuve el placer de dedicarle una de mis Tesis de grado y desde aquel entonces, aunque trabajaba en Micología en Caracas, tuve la oportunidad de compartir momentos agradables con él y otras personalidades del mundo de la Micología durante eventos científicos. Siempre lo consideré como un extraordinario hombre de ciencias que dedicó más de sesenta años a la investigación y la docencia, sin olvidar la política. A pesar de sus innumerables compromisos siempre estuvo disponible para la continua formación de sus alumnos. Recuerdo cuando me solicitó asesoría para una de sus alumnas que se formaba bajo mi dirección, en el Laboratorio de Micología “Profesor Lorenzo de Montemayor” del Departamento de Bioanálisis del Hospital Universitario de Caracas, conjuntamente con el Instituto Experimental “José Witremundo Torrealba” del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” de la Universidad de los Andes de Trujillo, Estado Trujillo, quien realizaba sus estudios de posgrado en la Universidad Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM) en la Ciudad de Coro, Estado Falcón, bajo la dirección de los doctores Francisco y Nicole Yegres; su alumna Rosa Herminia Pabón Rojas, hoy mi esposa, realizaba su trabajo de tesis sobre la “Pervivencia de Paracoccidiodes brasiliensis en frutos de cafeto sometidos al proceso de fermentación” con la cual optaría a la Maestría en Micología Médica de la UNEFM, estudio que permitiría profundizar sobre esta importante Micosis Profunda endémica que afecta a la población trujillana y a muchos Estados de nuestro país. Al respecto me dijo: “yo soy Parasitólogo y no sé nada de hongos, ayudémosla“. De esta formas tuvimos la oportunidad de estar frecuentemente en contacto y corroboré lo que sus discípulos, colegas y compañeros de trabajo manifestaban ”Scorza es un científico infatigable, además de ser un hombre sencillo y de gran calidad humana”.
Hoy, con el respeto que se merece, estoy escribiendo sobre su vida y obra, utilizando para ello artículos biográficos aparecidos en la Red, testimonios de sus familiares y allegados a su vida científica, recordando que este hombre merece todos los méritos que se puedan otorgar. Su trabajo científico lo sitúa como un verdadero Pionero de la Microbiología venezolana y merece nuestra consideración, para esta y las generaciones futuras, las cuales deberán estar siempre orgullosas de poder contar con el legado científico que nos dejó José Vicente Scorza Benitez y lo más importante… fue un científico venezolano.
José Vicente Scorza Benitez nació en Caracas el 8 de julio de 1924, siendo el mayor de once hermanos, ocho hembras y dos varones nacidos del matrimonio de José Vicente Scorza Cobelli, procedente de Táriba, Estado Táchira, hijo de inmigrantes italianos, y Pascuala Benítez, oriunda de Caracas. Sus primeros años transcurren en compañía de sus hermanos y amigos de la infancia entre los populosos sectores caraqueños de San José y La Pastora.
Desde niño José Vicente tenía pasión por los animales, muchos de ellos los llevaba a su casa donde los mantenía en corrales que el mismo construía, cuidándolos y alimentándolos igualmente. En estos corrales tenía de todas las especies de animales que podía encontrar mientras se paseaba por el vecindario. Desde niño sus padres le inculcaron pasión por la música y la pintura la cual mantuvo durante toda su vida; aun podemos observar magníficas pinturas realizadas por Scorza de diferentes personajes, familiares y amigos. La pintura de “Rafael Rangel” conservada en las instalaciones del Núcleo Universitario que lleva su nombre de la Universidad de los Andes, es un ejemplo de ellas.
Su curiosidad por el mundo microscópico comienza alrededor de 1935, cuando el nuevo Ministro de Sanidad del gobierno del General López Contreras (1883-1973), el doctor Enrique Tejera (1889-1980) abre los primeros cursos de inspectores de sanidad y Scorza fue uno de sus primeros estudiantes. El propio Scorza decía que “para ese momento era necesario atender a una Venezuela con más del 80% de su territorio tomado por el paludismo, 70% de la población analfabeta y sin oportunidades de estudios de educación media y universitaria y muy escasos profesionales. Había que comenzar de cero” Armado con un microscopio y folletos del Ministerio de Sanidad. Su padre le muestra el mundo de los microbios en los pozos de agua, los glóbulos rojos presentes en su sangre, además le enseña a distinguir las diferencias morfológicas de los zancudos, Aedes, Culex y Anopheles.
Scorza despertó a un mundo impresionante. ”Por ahí entré al mundo de las cosas pequeñas que son las cosas más grandes y más importante que en mi vida he tenido como parte de mi desarrollo”, así reflexiona el doctor Scorza sobre su iniciación a la Microbiología y a la Parasitología.
Sus estudios de primaria los realizó, de primero a cuarto grado, en la escuela “Manuel María Echandia”, en la parroquia San José, y el quinto y sexto grado lo cursó en la escuela “República del Brasil”, en la parroquia La Pastora, terminando en 1937 con 14 años.
Seguidamente continuó sus estudios en la Escuela Normal de Caracas, no tuvo la posibilidad de hacer el bachillerato y Scorza ingresa a la Escuela Normal, donde se graduó con 16 años, obteniendo el título de Maestro Normalista en el año 1941, comenzando inmediatamente su labor docente en la escuela “República de Panamá”. Durante los años 1941 hasta 1944 fue maestro de 1ro, 2do y 6to grados. Paralelamente a su función docente en la escuela, Scorza se inscribió en el Instituto Pedagógico Nacional, donde obtiene el título de Profesor de Biología y Química en el año 1945. Para el año 1946 recibe el título de Bachiller en Ciencias en el “Liceo Alcázar”.
En el Instituto Pedagógico conoció a Sara Ravelo, oriunda de Valle de la Pascua del Estado Guárico, quien estudiaba castellano y literatura y en 1944 con 20 años deciden casarse. Desafortunadamente, Scorza enviudó con apenas 22 años ya que su esposa murió en 1945, cuando él comenzaba como profesor de Biología y Química en el Liceo Rafael María Baralt de Maracaibo Estado Zulia. Sara le había dado su primer hijo, José Vicente Scorza, a quien su madre se encargó de criar. Scorza dijo para aquel entonces, “Mientras estábamos en el hospital, mi pensamiento giraba todo el tiempo en torno a una idea: qué iba hacer yo, solo, con un hijo tan pequeño; me hice miles de preguntas; pero ninguna respuesta se me hacía fácil; ninguna podía satisfacer las dudas y los temores; es necesario vivir este tipo de situaciones para poder entenderlo”.
Un año después de la muerte de su esposa, Scorza decide trasladarse a Caracas, donde aceptó un contrato en el Liceo Fermín Toro y comenzó como profesor de Biología, ocupando el cargo hasta 1952.
Scorza fue un buen profesor y la asignatura que dictaba era muy bien aceptada por sus alumnos que veían en esta materia una verdadera búsqueda e investigación científica, no solo en los laboratorios del Liceo sino que también se sentían a gusto en las salidas de campo que realizaban los fines de semana y días feriados. El pago de estas verdaderas expediciones las realizaba gracias al dinero recaudado por los alumnos en rifas, fiestas, presentaciones etc. Entre los alumnos encargados de estas actividades podemos mencionar a José Witremundo Torrealba (1935-1981), Otto Núñez-Montiel (1932-2018) y Cecilia Dagert Boyer (n.1932-), entre otros.
En 1949 conoce a Carmelina Regio procedente de Zaraza, Estado Guárico, profesora de Biología y Química con quien contrae matrimonio, unión de la que nacen tres hijos varones.
Scorza, aunque siguió impartiendo sus clases de Biología, no se sentía a gusto con la forma en que políticamente se estaba manejando el país y paralelamente a sus actividades docentes, comenzó una oposición progresiva al sistema política del momento, la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez (1914-2001), la cual se prolonga hasta que es destituido de su cargo en 1952 por orden del Ministro de Educación, por haberse involucrado en cuestiones políticos del Gobierno. Scorza permaneció sin trabajo durante dos años y desde el mismo momento de su expulsión del Liceo, vivió en continua y severa persecución política.
El espíritu de investigador de Scorza no se afectó por este hecho, sin embargo, para poder continuar con sus actividades científicas comenzó a trabajar durante 1953 y 1954 con el doctor José Francisco Torrealba (1896-1973), médico y científico venezolano nacido en el municipio Santa María de Ipire, Distrito Zaraza, en el Estado Guárico en Venezuela, quien le ayudó desde el punto de vista científico y monetario, ofreciéndole un pequeño salario que le permitió manejar la crisis económica que se le presentó por aquellos días. Scorza dictaba clases a Witremundo Torrealba, hijo de Torrealba y quien se incorporó como su discípulo y colaborador. Este tiempo fue muy positivo para Scorza ya que se vinculó con el actual Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” donde el doctor Torrealba y él publicaron varios trabajos de investigación inclusive el primer trabajo monográfico venezolano sobre alacranes.
Siguiendo el ejemplo del doctor Tobias Lasser (1911-2006) y el doctor Torrealba, comenzó su actividad científica afrontando los problemas que acarreaban las diferentes enfermedades tropicales de Venezuela.
Mientras continuaba su trabajo con Torrealba, Scorza resuelve tratar de buscar nuevos rumbos, esta vez en el área universitaria, iniciándose como ayudante y posteriormente como asistente de investigación en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela entre los años 1954 y 1958. Paralelamente durante ese tiempo estudió en la Facultad obteniendo el título de Licenciado en Ciencias en el año 1957.
Al fundarse la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, Scorza fue nombrado su primer director, cargo que desempeño entre 1958 y 1959 convirtiéndose en su primer decano electo.
En 1960 Scorza contrajo nuevamente matrimonio, con la doctora Cecilia Dagert Boyer, proveniente de Altagracia de Orituco del Estado Guárico, médica y quien fue su alumna en el Liceo Fermín Toro, y desde ese tiempo, Scorza quedó cautivo de quien dijo “es la mujer de mi vida”. “Con ella probé el amor más intenso y prolongado”; “Al principio hablábamos de una mujer, la vida, del país, de banalidades. Poco a poco esas palabras, que decían de lo mismo, hablaban de amor. Una seducción al parecer tenue, pero fue voraz. Jamás amé a nadie como amé a Cecilia, cuando la quería y no la tenía”.
Actualmente la doctora Dagert de Scorza vive en la Ciudad de Mérida, Estado Mérida y lo acompañó hasta el final de sus días. Con ella, Scorza realizó varios trabajos de investigación científica y siempre estuvo presente en sus estudios, además del área científica, también lo acompañó en sus actividades políticas. Como veremos más adelante, estuvo con él en Inglaterra mientras realizaba su Posgrado. Con su esposa tuvo tres hijas y un varón, Cecilia, Tatiana, Gilda y José Vicente Scorza Dagert, este último actualmente trabaja como Jefe de Investigación y Docencia en el Instituto Experimental “José Witremundo Torrealba”, del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” de la Universidad de los Andes en Trujillo, Estado Trujillo, Instituto fundado por el doctor Scorza en el año 1982. Con su hijo, Scorza producen la síntesis del antimonial pentavalente ULAMINA, nombre dado en honor de la Universidad de los Andes el cual es un producto utilizado para el tratamiento de la Leishmaniasis; su objetivo era producir nuestros medicamentos y llevar este fármaco por Latinoamérica y el mundo. He de destacar que tanto su hijo como la doctora Dagert de Scorza me han aportado valiosa información personal sobre la vida de Scorza para complementar y enriquecer esta biografía.
Scorza trabajó como Profesor de Parasitología en la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, sin embargo, tampoco suspendió su actividad política, siguió con sus inclinaciones revolucionarias luchando para conseguir mejoras que beneficiaran al estudiantado y al pueblo venezolano. Desafortunadamente para él, en 1965 fue arrestado y fue acusado de terrorista, recluyéndolo en la Cárcel Modelo de Caracas, reclusión que duraría hasta 1967.
Concluida su condena viajó a Inglaterra en compañía de su esposa, para continuar sus estudios doctorales, en 1970 obtuvo el Doctorado en Filosofía área Parasitología, egresado del Imperial College de London University bajo la conducción del Profesor PCG Garnham, quien dirigía para ese entonces la London School of Tropical Medicine and Higiene.
Después de obtenido su Doctorado, regresó a Venezuela y se estableció definitivamente en Mérida y consolidó la creación de la Facultad de Ciencias, de la Universidad de los Andes por encarecida solicitud de su rector, Don Pedro Rincón Gutiérrez (1923-2004) y en compañía de su entrañable amigo Alonso Gamero (1923-1980), escritor, poeta e investigador falconiano. Scorza fue designado Decano de esa Facultad durante los años 1972 y 1974.
Scorza fundó centros de investigación en las ciudades de Mérida y en Trujillo, En esta última, creó el Instituto Experimental “José Witremundo Torrealba”, del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” de la Universidad de los Andes en Trujillo, Estado Trujillo en el año 1982, Además, fue Profesor Titular del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” de la Universidad de los Andes en Trujillo, Estado Trujillo.
Durante los años 1977 y 1987, Scorza fue asesor de grupos de Investigación en la Universidad de los Andes, Núcleo “Rafael Rangel” de Trujillo, Estado Trujillo; Universidad Francisco de Miranda, Coro, Estado Falcón; Instituto “Pedro Kouri” de la Habana, Cuba; Departamento de Microbiología de Universidad del Valle, Cali, Colombia.
Scorza realizó una ardua labor de investigación sobre enfermedades parasitarias tropicales que aquejan al Piedemonte andino, que comprende desde el sur de los Estados Falcón hasta el Estado Táchira, conjuntamente con otros investigadores del Instituto Experimental “José Witremundo Torrealba”.
Scorza fue fundador y Director del Curso de Maestría en Protozoología, del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” en Trujillo, Estado Trujillo, Universidad de los Andes desde 1986 hasta el 2012.
Fue autor de numerosas publicaciones científicas en libros y artículos en revistas nacionales e internacionales. Su primera publicación la hizo a los 23 años: “Aspectos de la vegetación de la Laguna de Tacarigua”. En más de 60 años de actividad científica, logró publicar más de 200 trabajos de investigación en revistas especializadas y monografías nacionales e internacionales.
Scorza ha sido condecorado y galardonado con innumerables distinciones y reconocimientos entre ellas:
- 1961 Delegado por la República Federal Alemana al Primer Congreso de Parasitología de los Países Socialistas, Berlín.
- 1966 Condecoración “José María Vargas”, de la Universidad Central de Venezuela.
- 1977 Condecoración “Andrés Bello” Primera Clase.
- 1982 Condecoración “Orden 27 de Junio” en su Primera Clase, otorgada por el Ministerio de Educación.
- 1982 Premio Nacional de Ciencias (Biología), Caracas, Venezuela.
- 1984 Declarado Hijo Ilustre de la Ciudad de Mérida, Ejecutivo del Estado Mérida.
- 1985 Orden de “Fray Ramos de Lora” en el Bicentenario de la Universidad de Los Andes.
- 1987 Profesor Honorario del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” Trujillo.
- 1989 Medalla de la Salud “Dr. ARNOLDO GABALDON”, Primera Clase.
- 1990 Medalla Académica del Instituto Venezolano de Investigación Científicas.
- 1990 Investigador III, CONICIT.
- 1990 Reconocimiento de la Facultad de Ciencias en su XX Aniversario.
- 1991 Premio Francisco De Venanzi, Universidad de los Andes.
- 1992 Reconocimiento Facultad de Ciencias Aniversario por 50 años como Profesor Universidad Central de Venezuela.
- 1992 Premio Simón Bolívar, Universidad Simón Bolívar.
- 1992 Reconocimiento de la Sociedad Parasitológica Venezolana, Universidad “Simón Bolívar”.
- 1993 Reconocimiento de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela.
- 1993 Doctor Honoris causae, Universidad de Los Andes.
- 1994 Investigador Emeritus del PPI CONICIT.
- 1995 Condecorado con la Cruz SAS. Primer Orden. Solicitado por la Sociedad Venezolana de Microbiología.
- 1998 Orden Francisco De Venanzi. Única Categoría. Universidad Central de Venezuela.
José Vicente Scorza falleció el 18 de agosto de 2016, a la edad de 92 años en la ciudad de Mérida, dejando un invalorable legado de sabiduría a las nuevas y futuras generaciones. Todo venezolano que haya trabajado o esté trabajando en las diferentes áreas de la Microbiología y sobre todo en Parasitología, estoy seguro que conocieron o tuvieron alguna referencia sobre el doctor Scorza y todos coincidiremos en decir que fue un verdadero científico, llegando a ser una importante parte de la historia de la Microbiología de nuestro país y como tal, debemos recordar y respetar su memoria.
Quien escribe, se siente orgulloso de haber realizado esta recopilación biográfica y poder con estas líneas honrar su vida y su aporte científico a la ciencia venezolana. Sus restos reposan en el Cementerio “Jardines de La Inmaculada” de la Ciudad de Mérida, Estado Mérida, Venezuela.
REFERENCIAS
- Los mundos de mi mundo. Disponible en: www.saber.ula.ve/iconos/scorza
- Richard Nicole, Yegres Francisco. Documental “José Vicente Scorza. Una Escuela. Coro, estado Falcón: TV Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda; 2005. Disponible en: https: www.youtube.com
- Camacaro Gómez Daisy. José Vicente Scorza. La paradoja como vida. Valencia, estado Carabobo: Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldón, Ministerio del Poder Popular para la Salud; 2005.
- Añez N. José Vicente Scorza (1924-2016) Huella indeleble en la Ciencia Venezolana. Tribuna del Investigador. 2016,17(2).
- Flores M. José Vicente Scorza Benítez (1924-2016). Adiós maestro. (Q.E.P.D.). 19 Agosto 2016. Unidad de Investigación en Salud Pública y Gerencia Hospitalaria _Luis Valera Pirela_ Venezuela.html
- Palmira Guevara. Semblanza del Maestro José Vicente Scorza.Revista del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel INHRR.2016;46(1-2). versión impresa ISSN 0798-0477
- Añez N. José Vicente Scorza. Cazadores de Microbios de Venezuela.html
- López Padrino J.R. José Vicente Scorza. Un científico quijotesco con madera revolucionaria. 2017. La Razón.html.
- PIONEROS VENEZOLANOSJOSÉ VICENTE SCORZA. Scorza obra.html
- Academia Biomédica Digital. Personajes. José Vicente Scorza.
- Academia Biomédica Digital. Medicina en el tiempo.
Biografía elaborada por
Axel Rodolfo Santiago Stürup