Isidro González Rondón nació en el pueblo de Paparo, en el estado Miranda, el día 15 de mayo de 1930. Sus padres fueron Andrés González y Margarita Rondón, de humilde condición, pero con valores espirituales definidos, que fueron sembrados en todos sus hijos, especialmente en Isidro. Isidro González realizó sus estudios de primaria en la Escuela Santos Michelena de La Guaira. El bachillerato lo hizo en el Liceo Fermín Toro de Caracas. Le apasionaba escribir y desde los 15 años elaboraba artículos para el periódico guaireño «La Opinión» especialmente sobre las fechas históricas patrias. Siempre comentaba que le hubiese gustado ser escritor.
Se casó con Rosa Amelia Chávez Meneses y tuvo dos hijos, Rosabel y Néstor, ambos licenciados en Biología. Dedicó su vida al Laboratorio Clínico, mucho antes de fundarse la Escuela de Bioanálisis. Sus primeros trabajos como laboratorista los realizó en la Cruz Roja Venezolana y allí permaneció desde 1955 hasta 1967. Se graduó de citotecnólogo en el Hospital Vargas de Caracas en 1967. Desde esa fecha se dedica a trabajar como microbiólogo en la Unidad de Microbiología y Enfermedades Infecciosas de ese hospital, donde permaneció hasta su desaparición física, ocurrida en 1998. Durante ese período de 31 años se dedicó a servir con abnegación en las áreas de asistencia, investigación y docencia.
Desarrolló una amplia experiencia en Bacteriología Clínica y se dedicó con especial interés a la investigación de clamidias, micoplasmas, bacterias anaerobias, micobacterias y gérmenes oportunistas. Es pionero en la investigación de Corynebacterium grupo JK y Gardnerella vaginalis. Es autor de numerosos trabajos relacionados con esos microorganismos y en muchos de ellos tuve el placer de colaborar. Isidro González tenía una idea clara de la dinámica y ecología microbianas en el origen de las enfermedades infecciosas. Ello lo llevó a trabajar, entre otras cosas, en la implantación de Lactobacillus acidophilus en mujeres con vaginosis recurrente y obtuvo resultados sorprendentes, lo que le valió el reconocimiento de médicos y pacientes afectados por esa incómoda patología. En el área de la docencia, dedicó muchas horas de su vida a formar médicos y bioanalistas procedentes de diversos posgrados y asistentes a pasantías que aún hoy se organizan en la Unidad.
Coordinó la sección de Enfermedades de Transmisión Sexual, en la cual se atendían pacientes con uretritis gonocócica y no gonocócica y mujeres con infección ginecológica. Con la riqueza de información obtenida de esta sección se realizaron numerosas publicaciones en revistas nacionales e internacionales.
Isidro González buscó afanosamente el puente entre la ciencia y el alma humana. Perteneció a escuelas místicas como la Orden Martinista y desde 1979 fue maestro de esta. También fue miembro de la Orden del Temple. Nunca olvidaré las reuniones patrocinadas por Isidro González y a las que asistíamos un grupo de personas motivadas por el elevado espíritu de este hombre, entre otros, Luis Hernán Graffe, Eugenia Bellorín, su hija Rosabel y su esposa Rosa Amelia.
Isidro González fue destacado miembro de la Sociedad Venezolana de Microbiología y formó parte de muchas comisiones de trabajo y de la Junta Directiva Nacional. Fue el creador de la sección Pensamientos y Reflexiones del Boletín de la Revista de la Sociedad Venezolana de Microbiología. Su fallecimiento ocurrió el día 15 de octubre de 1998 luego de una penosa enfermedad. Esposo y padre ejemplar, vivió para hacer el bien y superando muchos obstáculos, nunca dejó de trabajar. Hombre insigne, con la humildad que sólo el sabio posee. Dejó en quienes lo conocimos un vacío imposible de superar. Rogamos para que Dios te haya premiado con la felicidad eterna.
Biografía elaborada por
Oswaldo Carmona