Manuel Velazco nació en la ciudad de Mérida, capital del estado Mérida (Venezuela) el día 16 de junio de 1916. Era hijo de Ramón Pino y Flor de María Velazco. Tuvo siete hermanos. Realizó su educación primaria en su ciudad natal y el bachillerato en Caracas en el colegio Sucre. Comenzó la educación superior en la Universidad Central de Venezuela (UCV) donde realizó el primer año de Medicina pero debido a una tuberculosis debió suspender sus estudios. Posteriormente se trasladó a los Estados Unidos de América donde realizó estudios de Bacteriología en la Universidad de Maryland durante cuatro años. Hizo cursos de medicina en España (4 años) y en Francia (3 años).
Manuel Velazco se especializó en Microbiología (especialmente en Bacteriología) y en Hematología. Su dilatada carrera asistencial la realizó en el Instituto Nacional de Higiene (Laboratorio de Bacteriología), y en el Sanatorio Antituberculoso Infantil de la UCV. Fue jefe de la Sección de Serología del Servicio de Patología Clínica del Hospital Vargas de Caracas. En esa sección prestó sus mejores servicios en el diagnóstico de la enfermedad de Chagas mediante la prueba de Machado-Guerreiro. También desarrolló aportes en el diagnóstico del paludismo y otras enfermedades tropicales. Su mente abierta al conocimiento le permitió indagar alternativas terapéuticas con la homeopatía. Manuel Velazco creó su laboratorio privado donde prestaba servicios al público en las diferentes áreas del laboratorio clínico.
Se casó con María de Lourdes Lozada, nacida en El Tocuyo (estado Lara). Tuvo seis hijos: Alejandro (ingeniero industrial), Mirna (químico), Raquel (educadora), Roldán (técnico), Patricia (publicista) y Sandra (odontóloga). Educó a sus hijos entrenándolos para la lucha por la superación personal. Hacía énfasis en la unión familiar y su lema preferido era que los hijos deben ser como los dedos de la mano, unidos. Tenía una cultura muy amplia y dominaba el español, inglés, francés y alemán. Demostró siempre una memoria prodigiosa y cultivó en sus hijos el amor por la lectura de las obras clásicas de la literatura universal. Gran amante de la verdad y buscador de la perfección. Servicial, atento, honesto y siempre dispuesto a extender su mano al necesitado. Durante su juventud mostró simpatía por los valores comunistas pero se transformó en un evangélico a carta cabal en los últimos cinco años de su existencia luego de un ACV que le produjo una hemiplejia. Manuel Velazco falleció el 30 de abril de 1984 dejando en su familia, amigos y colegas un vacío insuperable. Que Dios lo tenga en su Gloria. Agradezco al Dr. Alí Ramírez Velazco (abogado), hermano de Manuel Velazco y a sus hijas Raquel y Sandra Velazco por los datos aportados para la realización de estas notas bibliográficas.
Biografía elaborada por
Oswaldo Carmona