Carlos Antonio Marín nació en San Fernando de Apure el 19 de febrero de 1933. Fueron sus padres Robertina Aponte y Jesús Conrado Marín. Tiene doce hermanos. Contrajo matrimonio con Josefina Mercedes Rodríguez en el año 1960 y tiene tres hijos: Carlos Antonio, ingeniero agrónomo, Fedor Augusto, médico traumatólogo y Sylvia Josefina, profesora de idiomas. Todos ellos están casados y cada uno le ha dado un nieto (Carlos Ignacio, Carla Valentina y Carlos Fedor).
Carlos Marín realizó sus estudios de primaria en las escuelas «José Antonio Páez» y «Agustín Codazzi», y los de secundaria en el Liceo «Francisco Lazo Martí», en San Fernando de Apure. Finalizando el bachillerato en el Liceo «Agustín Codazzi» en Maracay, estado Aragua. Los estudios de pregrado los llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Veterinarias, en el núcleo de la UCV en Maracay, obteniendo el grado de Doctor en Ciencias Veterinarias el 4 de agosto de 1960 con la tesis «Algunos aspectos económicos de la producción de leche en Venezuela«.
Luego de su graduación ingresa al Instituto de Investigaciones Veterinarias del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), con sede en Maracay. Elige como área de especialización a la Anatomía Patológica, área en la cual no había especialistas en el campo de la medicina veterinaria y por tal razón es enviado a varias instituciones para su preparación básica, entre otras al Servicio del Hospital Civil de Maracay bajo la orientación del profesor E. Merino E. Luego es enviado al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) para adiestrarse en las técnicas y aplicación de la microscopía electrónica en la investigación sobre patología y microbiología. Ingresa al curso de posgrado de Anatomía Patológica, auspiciado por el Ministerio de Sanidad, para ser dictado en la Facultad de Medicina de la UCV, en el Instituto Anatomopatológico bajo la dirección del Dr. J.A. O´Daly y del Dr. Alberto Rivero, contando, además con las sabias enseñanzas de eminentes profesores como: Alberto Angulo (neumopatólogo), Armando, Domínguez (neuropatólogo), J.A. Suárez (cardiopatólogo), Pedro Grases (gastroenteropatólogo), Ladislao Pollak (microbiólogo), María Rivas (citopatólogo) y otros no menos ilustres. El Dr. Carlos Marín fue favorecido con una beca con financiamiento del gobierno venezolano y de la República de Francia, para cursar estudios en dos prestigiosas instituciones de la ciudad de París, el Instituto Pasteur, bajo la sabia orientación de los profesores J.C. Levaditi y P. Destombes, y la Escuela Veterinaria d‘Alfort, con los consejos de los profesores André L Parodi y H. Tisseur. Con estos estudios, Carlos Marín obtuvo el título de Maitre és Sciénce y el Doctorado de Estado.
A su regreso a Venezuela, le correspondió iniciar la organización del Servicio de Patología en el Instituto de Investigaciones Veterinarias, cubriendo, en compañía de un selecto grupo de investigadores, una exitosa trayectoria científica durante más de treinta y cinco años a todo lo largo y ancho del país; que se sintetiza en la descripción y el control de algunas de las más importantes entidades nosológicas de las especies bovina, equina, porcina, ovina, caprina, canina, felina, acuícola y de ciertas especies silvestres y de biotero.
Más adelante este servicio, siempre bajo su dirección fue elevado a Sección de Microbiología y Patología que incluía bacteriología general, brucelosis, leptospirosis, rabia y virología general. Luego, se encarga temporalmente de la dirección del Instituto de Investigaciones Veterinarias, la cual ejerció con idoneidad. En 1977 es llamado para ejercer el cargo de subdirector del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias, la cual ejerce hasta 1979, haciendo formidable equipo con el Ing. Agr. Simón Antích. Al mismo tiempo pasa a formar parte del Comité Científico del Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y también es nombrado Coordinador del Programa Nacional de Sanidad Animal del FONAIAP, donde realizó una extensa labor para el desarrollo y transformación institucional muy provechosa para liberar a la institución de tutelaje político; así mismo, era impostergable concluir el PRODETEC I (Proyecto de Desarrollo Tecnológico) para el fortalecimiento de la institución, dependiente de un crédito del BID y Banco Mundial por ciento cincuenta millones de dólares. Inmediatamente se hicieron los trámites y gestiones requeridas por los organismos multilaterales para aprobar la segunda fase de este proyecto (PRODETEC II), la cual se cumplió, exitosamente, obteniéndose el crédito solicitado de alrededor de cien millones de dólares adicionales, sin mayores problemas. Con este préstamo fue posible dotar del equipamiento indispensable y de las construcciones más urgentes para acondicionar a 12 centros nacionales y 7 estaciones experimentales. De esa forma se pudo dar respuesta a la investigación que demandaba el sector agropecuario y contribuir a la seguridad alimentaria de la población y para la exportación de algunos rubros. Carlos Marín es jubilado del FONAIAP el 31 de diciembre de 1994.
En 1974 Carlos Marín ingresó como profesor agregado contratado a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UCV, en la Cátedra de Anatomía Patológica y más tarde, por concurso de oposición, forma parte de cuerpo de profesores ordinarios de la mencionada facultad. Es coautor del libro: «Enfermedades infecto-contagiosas de los animales» que se edita desde 1981 como texto básico de la asignatura Enfermedades Infectocontagiosas de los Animales en el pensum de pregrado de la cual dictaba varios temas relacionados con las investigaciones realizadas por Carlos Marín y su grupo. También es profesor desde 1984 de la Asignatura Patología Aplicada; que se dicta en el posgrado de Medicina Veterinaria, mención Patología, en la Facultad de Ciencias Veterinarias (UCV). Ha sido jurado de numerosos trabajos de ascenso, concursos de oposición, tesis de grado y de posgrado en veterinaria, en agronomía, medicina, odontología, ciencias, tanto de la UCV como en otras universidades del país. Pasa a jubilación el 31 de diciembre del año 2000.
Ha formado parte de numerosas comisiones especiales de carácter científico o institucional en el país, bien como representante de la institución o del Ministerio de Agricultura y Cría en el exterior, en el campo de la patología, epidemiología o sanidad animal. (Comisión de Zoonosis, Cecotup, Oficina Internacional de Epizootias, Unión Europea, entre otros). Entre las distinciones otorgadas, Carlos Marín ha recibido numerosos diplomas y reconocimientos por su labor científica tanto en la institución donde trabajó como del exterior. En 1979, en París (Francia), con motivo de la celebración del Bicentenario de Claude Bourgelat, fundador de los estudios universitarios de medicina veterinaria; le fue otorgada por el presidente de República una medalla y un diploma de honor «en raison de ses mérites, de ses qualités intellectuelles et profesionelles mis au service du rayonnement de la Culture Francaise á l´Etranger«. En 1987 recibió el primer premio del CONICIT en el Concurso de Proyectos de Investigación Orientada para Áreas Prioritarias, con el proyecto: Tratamiento Integral del Síndrome Parapléjico de los Bovinos. Una condición patológica multifactorial (Marín et al; 1979), que provoca caída del tren posterior y muerte de los bovinos afectados. En el 25 Aniversario del CONICIT, le fue conferida la Orden «Francisco de Miranda» en 2da Clase. Por su parte la Comisión de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UCV) le hizo un reconocimiento «(…)En testimonio a su valiosa contribución, en calidad de docente, al desarrollo del Programa de posgrado de Medicina Veterinaria”. En 1991 le fue otorgada por el Presidente de la República la Orden al Mérito al Trabajo en su 1ra Clase. También la Universidad Central de Venezuela le otorgó la Orden «Andrés Bello».
Pertenece a numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales, relacionadas con su especialidad. Entre los principales logros científicos obtenidos durante su trayectoria como investigador; se pueden sintetizar en aportes y contribuciones al conocimiento de muchas de las patologías endémicas y epizootias, que causan impacto en las especies animales de explotación económica, así como de nuevas patologías que ingresaron al país, bien por el comercio legal o por vías ilícitas de animales y/o de productos y subproductos. Entre sus, aportes más impotentes figuran: 1. La detención de los primeros focos de la paratuberculosis bovina en Venezuela, al aislar y caracterizar al Mycobacterium avium-paratuberculosis (se estudiaron los aspectos clinicopatológicos, epizootiología, estrategias de diagnóstico e intentos de control en rebaños infectados). 2. Leucosis enzoótica bovina, causada por un retrovirus de tipo C que infecta los linfocitos B provocando linfocitosis B persistente y adenopatías linfomatosas (se realizó el aislamiento del agente patológico, la epidemiología, la patogénesis, y los ensayos de métodos de control sanitario en rebaños infectados). 3. Rinoneumonitis equina (primer diagnóstico en Venezuela) por virus herpes equino. Se hizo el diagnóstico de la forma sistémico-reproductiva (abortos), respiratoria y neurológica o encefalítica de la enfermedad. 4. Concluyó que el Síndrome Parapléjico Bovino es una patología autóctona del ganado mestizo cebú de los llanos de Venezuela, que hizo aparición alrededor de los años 60 y por lo tanto no descrita en su historia natural. 5. Rodococosis (Rodococcus equi) equina; se realizaron investigaciones de los focos enzoóticos donde produce importante morbimortalidad de los potros en los haras afectados. Un control eficaz se logró con bacterinas autógenas aplicadas en un plan de vacunación para las yeguas gestantes, con refuerzo de la inmunidad de los recién nacidos. (Esta experiencia no había sido reportada en otros países). 6. Investigaciones realizadas en becerros de búfalos con alta morbimortalidad por brotes de meningoencefalítis purulenta con microabscesos (listeriosis) causados por Listeria monocytogenes. Se logró el aislamiento del agente y control total del problema con antibioticoterapia específica y restitución del período normal de lactancia (eran sometidos a destete precoz) amamantados por búfalas nodrizas (una innovación no conocida). Otras patologías de bovinos introducidas más recientemente por la importación de animales fueron reconocidas por primera vez en Venezuela por Marín y colaboradores. Ellas son: Rinotraqueítis bovina, Diarrea viral, Lengua azul y Artritis-encefalítis retroviral de cabras. La patología de los cerdos, que incluye patología de recién nacidos como diarreas, neumonías, disentería, parvovirus, rotavirus, coronavirus, cólera, pseudorrabia, por citar algunas, fueron muy bien estudiadas por el equipo de trabajo que acompañó a Carlos Marín. En las investigaciones sobre patología de peces, realizadas por Carlos Marín y colaboradores, aparte de algunas enfermedades como tuberculosis (Mycobacterium piscium) ; es importante destacar los trabajos realizados en las truchiculturas de la región andina, los cuales permitieron descartar la presencia en Venezuela de la «Enfermedad del Torneo» causada por un parásito (Mixosoma cerebralis) que afecta, entre otros órganos al oído interno, con morbimortalidad importante, es de fácil contagio y de difícil control y erradicación, lo que implica la intervención de las autoridades sanitarias e imposición de cuarentena y en consecuencia prohibición de participar en el comercio internacional de truchas y sus productos (huevos, alevines, reproductores, entre otros), sanciones que le fueron impuestas al país; pero que fueron suspendidas a la luz de los resultados presentados a la FAO en Montevideo con motivo de celebrarse una Reunión Mundial de Acuicultura. Los estudios realizados demostraron que las lesiones detectadas afectaban el cráneo y el sistema musculoesquelético, debido a una formulación inadecuada de las dietas para las distintas etapas de crecimiento de las truchas.
Carlos Marín ha asistido a numerosos eventos científicos nacionales e internacionales como expositor de diversos temas de su actividad de investigación que ha llevado a países de las Américas y de Europa. Asimismo, tiene más de 150 publicaciones en revistas del país y del exterior que tratan sobre los diferentes temas de su labor científica. Carlos Marín, el padre, el hermano, el hijo, el profesor, el científico, el amigo… poseedor de virtudes al servicio de sus semejantes.
Biografía elaborada por
Oswaldo Carmona