Clovis Antonio Vásquez Orozco nació en San Cristóbal, estado Táchira, el 18 de febrero de 1947. Hijo de Juan Bautista Vásquez, apreciado comerciante tachirense y de Olivia Orozco, dedicada a las labores del hogar, con raíces andinas ancestrales; es el segundo hijo de una progenie de 8 hermanos (5 varones y 3 hembras). Sus estudios de primaria los realizan inicialmente en el Colegio Coromoto y los termina en el Seminario Diocesano de San Cristóbal, donde también estudiaba su hermano mayor. Su padre, al ver frustrada su ilusión sobre el sacerdocio de sus dos hijos mayores (debido a la falta de vocación), los inscribe en el Colegio La Salle, donde Clovis cursa 2do, 3ro y 4to año y termina graduándose de Bachiller en Ciencias en 1964, en el Liceo Simón Bolívar. Fue un estudiante muy brillante, recibiendo premios y reconocimientos por su desempeño académico.

Las inquietudes de Clovis hacia el área de la salud lo motivan a estudiar medicina y ese mismo año se traslada a Caracas e inicia su carrera en la Escuela de Medicina «Luis Razetti» de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la cual se ve interrumpida dos años después, debido al fallecimiento de su madre y a la bancarrota comercial de su padre. Estos sucesos obligan al grupo familiar (su padre y sus siete hermanos) a buscar nuevos horizontes, estableciéndose en Caracas. Clovis comienza a trabajar para contribuir al mantenimiento económico de la familia. Reinicia sus estudios universitarios, logrando la equivalencia para la Escuela de Biología de la Facultad de Ciencias de la UCV y paralelamente se desempeña como preparador docente en el Laboratorio de Biología de la Escuela de Biología, como profesor de Química Orgánica en el Colegio La Salle de la Colina y como profesor de Biología y Química de otras instituciones educativas, hasta que culmina sus estudios en 1978 y egresa como Licenciado en Biología con mención en Biología Celular.

Ese mismo año, contrae nupcias con la Lic. Ángela Posada, profesora de la Escuela de Bioanálisis de la Facultad de Medicina y de esta unión nace su único hijo Gabriel. Comienza también su labor en el Instituto Nacional de Higiene «Rafael Rangel», en la División de Diagnóstico y Epidemiología, desempeñándose en el Departamento de Bacteriología en el área de gérmenes gramnegativos, posteriormente en el Departamento de Parasitología en el área de Inmunología Aplicada al diagnóstico de toxoplasmosis y chagas y finalmente, en 1980, ingresa al Departamento de Virología, donde se desempeñó hasta su jubilación.

Su inclinación y dedicación hacia los virus fue producto de la orientación y formación de su tutora y mejor amiga, Rosalba Salas, quien lo guió en su trabajo a través de la sección de Aislamiento Viral del Departamento de Virología. Su campo de trabajo, durante los primeros 10 años en la Sección de Aislamiento Viral, abarcó principalmente el área de los herpesvirus, especialmente el virus de Epstein-Barr, estandarizando la técnica de inmunofluorescencia y ocupándose de la preparación, mantenimiento y utilización de las líneas celulares empleadas en el proceso de diagnóstico de este virus. Contribuye en la preparación del conjugado antirrábico y además se desempeña en el diagnóstico de los virus herpes, sarampión, rubéola, dengue, arenavirus, bunyavirus y polio entre muchos otros, utilizando técnicas de inmunofluorescencia, reacción en cadena de la polimerasa, sistemas celulares susceptibles y anticuerpos monoclonales y policlonales para el aislamiento e identificación de los virus. En 1990, a raíz del descubrimiento del arenavirus Guanarito, se incorporó al equipo de diagnóstico e investigación de los arbovirus y arenavirus de la Sección de Aislamiento Viral. Asume la jefatura de esta sección y posteriormente pasa a coordinar las labores de Vigilancia e Investigación de los Programas de Fiebre Hemorrágica Venezolana, hantavirus, Encefalitis Equina Venezolana y del arbovirus, que se realizan en el Instituto.

Su experiencia y dedicación en el área de la Virología también se evidencian en su interés por motivar a las nuevas generaciones de profesionales en el conocimiento del mundo de los virus que infectan al ser humano, ya que es profesor ad-honorem de los posgrados de Infectología (Hospital Universitario de Caracas, J.M. de los Ríos y Hospital Militar), Microbiología, Salud Pública y Odontología de la UCV y de la ULA, así como docente de las actividades académicas y de laboratorio de los pasantes profesionales que se entrenan en la Sección de Aislamiento Viral.

Ampliamente conocido en el campo de la Microbiología debido a sus excelentes conocimientos sobre Virología y por su gran capacidad oratoria y didáctica, es invitado frecuentemente como conferencista a múltiples eventos científicos. Ha presentado numerosos trabajos de investigación y tiene en su haber más de 30 publicaciones en revistas nacionales e internacionales. Pertenece a diversas asociaciones científicas como la Sociedad Venezolana de Microbiología, Sociedad Científica del Instituto Nacional de Higiene «Rafael Rangel» y la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales «La Salle». Ha recibido reconocimientos y menciones honoríficas por sus trabajos en el área de la Virología, así como la Orden Mérito al Trabajo en su Tercera Clase en 1998. Estuvo casado en segundas nupcias con la Dra. Vera Reviákina, médico microbiólogo y micólogo de reconocida trayectoria.

Quienes lo conocen y han tenido la oportunidad de compartir con él su trabajo diario, lo definen como una persona muy disciplinada y dedicada a su trabajo, de carácter soñador, con muy buen humor, rápido para pensar y para hablar, de ideas brillantes y siempre dispuestas a ayudar al que lo necesite. Sus alumnos reconocen en él a un profesor con vasta experiencia, justo, muy correcto y paciente, didáctico y muy exigente, pero que al mismo tiempo ofrece lo mejor de sus conocimientos a sus alumnos. Todas estas cualidades sumadas a su carisma y su calidad humana, lo han hecho acreedor de la estima y el aprecio de sus compañeros y amigos.

Biografía elaborada por

María Mercedes Panizo

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