Ferdinando Liprandi nació en Torino, Italia, el 7 de diciembre del año 1946 y vino a Venezuela a los 11 años de edad. Son sus padres Pietro Liprandi y Amelia Fraire de Liprandi. Está casado con Rita Pucci con quien tiene tres hijos: Verónica, Leonardo y Maximiliano.
Se gradúa de Bachiller en Ciencias en el Colegio Agustín Codazzi de Caracas, en 1964. Ferdinando realiza sus estudios universitarios en la Universidad Central de Venezuela, donde ingresa en 1967 para cursar la carrera de Biología. Mientras cursa la carrera en la UCV, empieza a trabajar en virología en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), en el laboratorio del Dr. Raúl Walder, y a familiarizarse con la actividad científica. Se gradúa de Licenciado en Biología en 1974, con una tesis sobre el Virus de la Encefalitis Equina Venezolana.
En 1975 marcha a Inglaterra con una beca del CONICIT para realizar estudios de postgrado en la Universidad de Reading, en donde obtiene el título de Ph.D. en 1979. En su trabajo de investigación, realizado bajo la dirección del Dr. Colin Kaplan, Ferdinando demuestra la existencia de variantes de diferente neurotropicidad en la cepa vacunal de la fiebre amarilla, 17D. Este trabajo, parte de su tesis doctoral, fue luego publicado convirtiéndose en una referencia clásica en el área. Ferdinando regresa a Venezuela en 1980 y se incorpora inmediatamente como investigador asociado al Laboratorio de Virus Animales del Centro de Microbiología y Biología Celular del lVIC, dirigido por el Dr. Raúl Walder. Junto al Dr. Walder, Ferdinando hace contribuciones al área de la patogénesis de las infecciones por alfavirus y flavivirus. En 1984 Ferdinando ingresa al Laboratorio de Biología de Virus, para el momento dirigido por el Dr. José Esparza, del cual se encargaría luego, en 1985. El cambio de laboratorio implicó para Ferdinando un cambio en sus líneas de investigación.
Comienza a trabajar en el área de las gastroenteritis virales, área en la cual Ferdinando ha desarrollado la mayor parte su carrera científica y a la cual ha hecho numerosas e importantes contribuciones. Digna de mención especial es la generación de anticuerpos monoclonales, técnica de la cual Ferdinando fue pionero en Venezuela, contra las más importantes proteínas del virión de rotavirus. Dichos anticuerpos permitieron el desarrollo de ensayos inmunoenzimáticos de diagnóstico para rotavirus y le valieron a Ferdinando el premio IBM de Tecnología en el año 1989. Además, la aplicación de estos anticuerpos monoclonales, junto a técnicas de biología molecular, ha permitido una compresión a fondo de la epidemiología de los rotavirus en Venezuela, así como un mapeo fino de la estructura antigénica del virión. Por sus estudios epidemiológicos, Ferdi- fue en 1992 el ganador del Premio Rey Baldovino, que otorga la Internacional Foundation for Science (IFS). También ha contribuido Ferdinando a entender las etapas tempranas de la infección por rotavirus en células en cultivo y las alteraciones fisiológicas que sufren estas células producto de la infección.
Su experticia en la producción de anticuerpos monoclonales lo hace participar en una aventura biotecnológica en colaboración con la Gerencia General de Biotecnología de las Empresas Polar. El primer objetivo de ese proyecto fue el desarrollo de un estuche diagnóstico para hepatitis B, basado en anticuerpos monoclonales producidos en el país. A partir de esta iniciativa se desarrolla posteriormente una nueva línea de investigación sobre virus de hepatitis en su laboratorio.
En 1995 Ferdinando recibe el Premio Lorenzo Mendoza Fleury que otorga la Fundación Polar. Este galardón honra no sólo la dilatada trayectoria científica de Ferdinando, sino también su espíritu de colaboración y de docente. Un ejemplo del espíritu de colaboración de Ferdinando es que su experiencia en la elaboración de anticuerpos monoclonales ha beneficiado a muchos otros investigadores, quienes han desarrollado estos reactivos para usos en bacteriología, parasitología y bioquímica. Ferdinando es además, un maestro, en el sentido amplio de la palabra. Ha enseñado virología a mucha gente y bajo su dirección se han formado varias generaciones de científicos, entre los cuales orgullosamente me cuento. En 1996 alcanza el grado de Investigador Titular del IVIC, con el respaldo de todos los colegas investigadores.
Recientemente Ferdinando ha retornado a su vieja relación con los arbovirus. Ante la situación de hiperendemia de dengue que vive Venezuela, Ferdinando, valiente, lejos de descansar sobre laureles, se decide expandir una vez más las líneas de investigación de su laboratorio. Aborda el estudio de la epidemiología y la evolución molecular de los virus del dengue serotipo 1 y 3 que circulan en el país y en colaboración con investigadores nacionales y extranjeros, busca identificar en los pacientes factores indicadores de progresión de la enfermedad de dengue clásico hacia dengue hemorrágico.
Ferdinando disfruta la buena mesa, italiana o no, y de la lectura de libros sobre la guerra de secesión norteamericana. Además, es un gran aficionado y entendedor de fútbol (naturalmente), pero también de cine; habla con igual propiedad y apasionamiento de los integrantes de la selección italiana de fútbol, que de los actores que han protagonizado las películas de Stanley Kubrick, su director favorito.
Biografía elaborada por
Juan Ernesto Ludert