En el segundo piso de la Institución de Salud más antigua de toda Venezuela, el Hospital Central «Dr. Urquinoana» de Maracaibo, nace el 19 de abril de 1942, nuestro biografiado. Alfredo Villalobos Castellano fue el primero de seis hermanos producto de la feliz unión matrimonial entre Abdias Villalobos Semprúm (Periodista) y Alida Castellano de Villalobos. Le correspondió crecer durante una época políticamente difícil para el país, por lo que ya durante su educación primaria, de alguna manera y no totalmente consciente debido a su corta edad, se le ve participando en algunas actividades clandestinas en contra del régimen político dictatorial del general Marcos Pérez Jiménez. Toda su educación la recibió en su ciudad natal; la primaria en el Instituto San Luis, y la secundaria en los liceos Udon Pérez, los tres primeros años, y en el Rafael María Baralt, los dos últimos, donde obtiene su grado de bachiller en 1960.
Elige la Medicina como profesión, elección ésta, tal vez derivada de la admiración que en él se notaba por la inteligencia, versatilidad, habilidades y destrezas de su tío paterno el Dr. Francisco Villalobos Semprúm. Alfredo Villalobos se inscribe en la Facultad de Medicina de la muy ilustre Universidad del Zulia (LUZ), culmina con éxito su formación profesional el 29 de julio de 1965, a la edad de 23 años, en la promoción «Dr. Oscar Mayz Vallenilla», ocupando el 7mo lugar de los cincuenta y nueve egresados de esta. Es de hacer notar que durante sus estudios médicos tuvo la oportunidad de ocupar como estudiante los cargos de bibliotecario nocturno y el de auxiliar de investigación en el Instituto de Investigaciones Clínicas de la misma Facultad, esto último bajo la tutoría del Dr. Américo Negrette, quien fue capaz de despertar en el joven estudiante un gran interés por los padecimientos infecciosos, patología ésta que ya le comenzaba a llamar la atención, viéndose su interés reforzado cuando conoció las asignaturas Microbiología y Parasitología así como la correspondiente a Medicina Preventiva, con lo cual ya se vislumbraba su inclinación por este campo que ha sido su pasión toda la vida.
Al recibir el título como Médico Cirujano, recibe del Ministerio de Sanidad el nombramiento de médico interno del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, para de allí pasar a formar parte del personal docente y de investigación de la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Medicina de LUZ en su condición de becario docente, siendo enviado a formarse como microbiólogo bajo la dirección del profesor P. Thibault, en el Instituto Pasteur de París (Francia), donde, además haría un entrenamiento en Inmunología en el mismo Instituto, así como en el campo de las enfermedades infecciosas en el Hospital Claude Bernard en el servicio del profesor R. Bastin.
Para cumplir con lo que él sentía como un gran compromiso, contrae nupcias y viaja con Eurita Navarro, su joven esposa, quien en todo momento le transmitió todo el entusiasmo necesario, así como su incondicional apoyo para cumplir con tan noble y delicada misión. Nacen sus tres hijos: Eura Alida nacida en París y Eira Marina y Eari Coromoto nacidas en Maracaibo. En París aprovecha su estadía en los mismos laboratorios en donde llegó a trabajar Louis Pasteur, para con la avidez del joven marabino que aspiraba llegar muy alto y gracias a su capacidad de asimilación, logró encontrar respuestas a toda la curiosidad y a todas las interrogantes que bullían en su mente. De acuerdo con la información personal recibida por el Dr. Jorge Gómez Chacín estudió francés en la Universidad de Besaucon en la frontera con Suiza, así como en la Sorbona de París y en la Alianza Francesa de la misma ciudad.
A su regreso prosigue, esta vez lleno de nuevos conocimientos, su fructífera carrera como docente e investigador, la cual inició desde el 1 de abril del año 1966 y se prolongó a lo largo de 26 años, sabiéndose ganar el aprecio, admiración y respeto de sus colegas y alumnos, estos últimos pertenecientes a las escuelas de Medicina, Bioanálisis, Enfermería, Nutrición y Dietética. Siempre compartió su trabajo docente con actividades de investigación, gremiales y por supuesto con todo lo que tuviera relación con su siempre querida Sociedad Venezolana de Microbiología. En el campo investigativo logró llevar a feliz término más de 30 trabajos científicos, la mayoría de ellos publicados en revistas de reconocido prestigio e igualmente presentados durante importantes eventos científicos tanto nacionales como internacionales. En este aspecto alcanzó gran prestigio nacional por el dominio del diagnóstico del grupo de bacterias conocido como «Bacilos Gran Negativos No Fermentadores» así como por sus amplios conocimientos e investigaciones llevadas a cabo en Pseudomonas aeruginosa, en los que después de 10 años consecutivos de estudiar diversos aspectos de la misma, gracias a un contacto personal que hizo en la ciudad de Jerusalén con investigadores del Japón bajo la dirección del Dr. Homma, logró obtener un preparado antigénico polivalente a partir de las cepas más frecuentemente aisladas de esta especie bacteriana en nuestro medio y obtuvo una vacuna polivalente que podía ser de utilidad en los pacientes inmunocomprometidos o con enfermedades de alto riesgo como el cáncer.
La calidad y los aportes de dichas investigaciones lo hacen acreedor de varias distinciones de reconocido prestigio, entre las cuales merecen destacar en primer lugar el «Premio Dr. Luis Daniel Beauperthuy» otorgado por la Sociedad Venezolana de Microbiología y por otra parte también obtiene del Colegio de Médicos del estado Zulia el premio como mejor trabajo de investigación «Asamblea Legislativa del estado Zulia». Obtuvo el premio como mejor trabajo científico de proyección social hacia la comunidad «Consejo Municipal de Maracaibo». Por otra parte, obtiene el título máximo de la Facultad de Medicina de LUZ: Dr. en Ciencias Médicas. Las distinciones siempre han estado constantemente presentes durante su exitosa carrera y esto lo podemos apreciar en el máximo reconocimiento que otorga LUZ como lo es la Orden al Mérito en su primera clase «Dr. Jesús Enrique Lossada». Se hace merecedor del Premio «Dr. Francisco Gómez Padrón», por su alto rendimiento académico durante sus estudios de Salud Pública. La segunda promoción de licenciados en Nutrición y Dietética, también lo distingue nombrándolo padrino de esta.
Ha formado parte de numerosos jurados examinadores de tesis de grado, trabajos de ascenso, concursos universitarios y hospitalarios y siempre fue un obligado como ponente en eventos científicos donde se discutían los temas que manejaba con excelencia. Su labor dentro de la Sociedad Venezolana de Microbiología siempre la recordamos. Es miembro incansable y batallador, capaz de estar disponible a la hora que se necesite defender el prestigio y dignidad de esta. Fue presidente de las IV jornadas en Maracaibo, que recordamos por su calidad científica según consta en las memorias respectivas. Recuerda con admiración al Dr. J.J. Gutiérrez Alfaro a quien además de haberle dado por vez primera, el calificativo de maestro, en otra oportunidad le agregó el de «El microbiólogo más inquieto del país«. En la primera Junta Directiva Capitular fue su secretario general, cargo que le permitió adquirir la suficiente experiencia para llegar más adelante a ser su presidente en dos ocasiones. Se pudo adquirir con más facilidad un inmueble; el cual hoy en día proporciona una renta fija mensual por concepto de alquiler del mismo. Así mismo, fue vicepresidente del II Congreso Venezolano de Microbiología y fundador; y presidente de la primera junta directiva del Grupo Nacional para el Control de las Infecciones Hospitalarias donde trabajó junto al Dr. J.J. Gutiérrez Alfaro y mi persona y contando con la valiosa colaboración del Dr. Ludonildo Lugo y la enfermera Lic. Nirida Prieto, logró la creación, en el Hospital Central Dr. Urquinaona de Maracaibo, de un centro piloto para la formación de personal del equipo de salud para el control de estas infecciones. Consigue la participación de la Fiscalía y los Tribunales Judiciales así como también el Instituto de Protección al Consumidor, la Defensoría del Pueblo, la Asamblea Legislativa del Estado, el Congreso de la República, la Academia de Medicina y el Colegio de Médicos del estado Zulia.
Su colección de pasaportes vencidos son testigos fieles del mundo recorrido por Alfredo Villalobos donde aparecen registrados países como Francia, Estados Unidos, Israel, Suiza, Italia, España, Argentina, Uruguay, México, Panamá, Colombia, Guatemala, asistiendo por cierto a este último en una misión oficial invitado por la Organización Mundial de la Salud a través de la Oficina Sanitaria Panamericana, para representar a Venezuela como experto en el control de infecciones hospitalarias. A pesar de todas estas ocupaciones propias de su profesión y la especialidad en la que se desenvolvía, también tenía la capacidad de trabajo suficiente para participar en el cogobierno de la Universidad y en los aspectos gremiales del Colegio de Médicos; al ocupar cargos como el de miembro del Consejo de la Facultad de Medicina, miembro del Consejo Universitario, representante del Colegio de Médicos ante el Consejo de Facultad, representante del Colegio de Médicos en varias asambleas de la Federación Médica Venezolana, miembro de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Salud Pública, entre otras.
Es así como se inicia a través del yoga y las doctrinas orientales tanto budistas como hinduistas, haciéndose entrenador de yoga; se gradúa en el nivel superior en Control Mental Silva, realiza una maestría como facilitador en Psiconeurolingüista; psicoterapéuta con estudios de Análisis Transaccional, Gestalt, bioenergética, biodanza y sexología, dándose el permiso al mismo tiempo para conocer de la otra medicina, la natural, integral, la biológica. Hoy en día su foco de atención está colocado en profundizar sus conocimientos en Psiconeuroinmunología para lo cual ha recibido el entrenamiento debido con el personal capacitado que funciona en la Escuela de Medicina Dr. José María Vargas.
Biografía elaborada por
Oswaldo Carmona