Hilda Romero Castellanos nació en Lagunillas, estado Zulia, el 23 de agosto de 1948, hija de Heriberto Romero Calles y de María Castellanos Rivas; posteriormente su madre contrajo segundas nupcias con Abel Ramón Santeliz Camacaro y así Hilda convivió con siete hermanas de este segundo matrimonio. Pasó su juventud en la ciudad de Bachaquero (Zulia), donde estudió la primaria y parte de la secundaria continuando su bachillerato en el Colegio María Auxiliadora de Barquisimeto, estado Lara, obtuvo el título de Bachiller en 1965 en el Liceo Dr. Raúl Cuenca en Ciudad Ojeda, estado Zulia. Estudió Bioanálisis en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Los Andes graduándose de Licenciado en Bioanálisis en 1970.

Contrajo matrimonio en 1968. De esta unión tuvo dos hijos, Iván Ernesto y Sandra Virginia. En 1971 se trasladó a Caracas donde trabajó como bioanalista en el Servicio Médico para Empleados del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Desde este momento sintió que su formación profesional estaba incompleta lo que la llevó a continuarla en el Laboratorio de Micología del Hospital Vargas de Caracas, bajo la dirección del eminente micólogo venezolano, Dr. Humberto Campíns. En este laboratorio comienza su verdadera pasión por esta ciencia, gracias a la ayuda del Dr. Campíns quien fue su primer maestro en esta área científica, en los dos años siguientes se entrenó en los diversos aspectos de la Micología Médica.

Durante los primeros años de su formación, ya formaba parte de la Sociedad Venezolana de Microbiología motivada por su mentor, quien pensaba que “ese pichón de micóloga necesita comenzar a relacionarse con otros profesionales de esta y otras disciplinas del campo de la Microbiología”. Su inscripción fue aceptada en el año 1971.

En 1973 tuvo la oportunidad de trasladarse a Londres con sus hijos y hermana Nelly, donde comenzó sus estudios de postgrado en The London School of Hygiene and Tropical Medicine y, bajo la tutoría del Dr. D. W. R. Mackenzie, obtuvo el título de Master of Philosophy en Micología en el año 1976. Antes de su regreso a Caracas, Hilda viajó a los Estados Unidos para realizar un entrenamiento en el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas (CDC), en Atlanta, Georgia, en el Laboratorio de Micología dirigido por el Dr. Libero Ajello y posteriormente un curso de Micología Médica en Lexington, Universidad de Kentucky.

A su regreso ese mismo año, ingresó nuevamente al Laboratorio de Micología del Dr. Campíns donde trabajó como bioanalista. Perteneció al recién fundado Centro de Micología Médica que fusionó a los Laboratorios de Micología del Hospital Vargas y del Instituto Nacional de Dermatología, actualmente Instituto de Biomedicina, dirigidos por los doctores Humberto Campíns y María Cecilia Bastardo de Albornoz. Durante este tiempo, Hilda se inscribió nuevamente en la Universidad de Londres, como estudiante externo, con miras a obtener el título de Doctor of Philosophy en Micología. En el Centro de Micología Médica, conoció al Dr. Luis Yarzabal, investigador recién llegado del Instituto Pasteur de Lille, quien fue su tutor externo y el profesor Mackenzie fue su tutor principal. En 1978 obtuvo una beca del CONICIT y se trasladó a la Universidad de Los Andes, para realizar su tesis doctoral. Obtuvo su doctorado en 1982, con el trabajo titulado “Mycological and antigenic studies of agents causing black-grain mycetoma in man”.

En 1983 ganó un concurso en el Hospital Pastor Oropeza de Barquisimeto, donde trabajó como bioanalista hasta 1988. Ese año se trasladó a Caracas y en el recién fundado Hospital Domingo Luciani, fundó el Laboratorio de Micología y en 1991 ingresó como personal docente y de investigación a la Cátedra de Micología de la Escuela de Bioanálisis de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela alcanzando el escalafón de profesor titular. Desde sus inicio como docente-investigador en la UCV se ha dedicado, en el área de la Micología, al estudio de la sensibilidad in vivo e in vitro a drogas comerciales y experimentales en eucariotas inferiores, así como a trabajos relacionados con epidemiología, aeromicología, biología, inmunología y bioquímica, áreas donde ha publicado más de 30 trabajos de investigación en revistas nacionales e internacionales. Del mismo modo, se ha ocupado de la formación de recursos humanos donde tiene en su haber la tutoría de más 20 bachilleres para obtener el título de licenciados en Bioanálisis y seis tutorías conducentes a maestrías y doctorados.

Ha asistido y participado como conferencista, organizadora de eventos, coordinadora de cursos entre otras actividades, a más de sesenta eventos científicos, presentando en ellos, alrededor de sesenta trabajos libres. Hilda es miembro del Consejo Editorial de varias revistas científicas nacionales e internacionales; además ha sido árbitro de trabajos científicos en muchas otras.

Se ha dedicado con esmero al desarrollo de la Sociedad Venezolana de Microbiología. Dentro de esta Sociedad, ha ejercido varios cargos. Ocupó la presidencia de la Junta Directiva Nacional en dos períodos (2008-2010 y 2010-2013) así como también perteneció a la junta directiva de los capítulos de Mérida, Lara y fue presidente del Capítulo Metropolitano desde 2005 hasta 2007.

Es miembro fundador de la Sociedad Venezolana de Bioanalistas Especialistas donde formó parte de su junta directiva. Actualmente es presidente de la Asociación Venezolana de Micología(2021-2023). Pertenece a diversas sociedades científicas como la Sociedad Latinoamericana de Micología, International Society for Human and Animal Mycology (ISHAM) y la Sociedad Venezolana de Infectología. Además de su actividad científica, Hilda ha tenido  participación en el gremio de bioanálisis donde ha realizado actividades en diferentes comisiones en pro del desarrollo del bioanalista.

En su larga carrera científica ha tenido el honor de la asignación de diferentes becas de estudio así como méritos científicos entre los que se destacan distinciones en el Sistema de Promoción del Investigador (SPI), Programa de Estímulo al Investigador (PEI) y en 2009 le fue otorgada la Orden José María Vargas de la UCV en su Segunda Clase. Asimismo tiene el honor de ser Epónimo de la LXVI y de la LXXXII promoción de licenciados en Bioanálisis-UCV.

Hilda es una mujer emprendedora, infatigable, de trabajo recto y de una gran perseverancia. Ha sabido mantener a sus amigos desde su época de estudiante y hasta la fecha, entre ellos, especial mención merecen, Myrtha Arango, Nacarid Alfonso y quien escribe, con quien ha formado un verdadero grupo fraterno; además, ha conocido a muchos otros que siguen unidos a ella con un cariño especial.

Como madre ha logrado incentivar a sus hijos para la realización de las metas propuestas y tal vez uno de sus mejores regalos, hasta ahora, es la oportunidad que le dio Dios al concederle la dicha de convertirla en abuela, cosa que ha cambiado su vida y ha rejuvenecido su espíritu. Todos los que hemos conocido a Hilda, esta mujer crítica, correcta y sobre todo entrañable amiga, sentimos por ella gran respeto y admiración.

Biografía elaborada por

Axel Rodolfo Santiago

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