Nace en Caracas el 19 de febrero de 1944 una niña bautizada con el nombre de Homagdy, quien junto con Raiza, Hedry e Ignacio, forman la familia constituida por Doña Flor Gamboa e Ignacio Rodríguez. En esa misma ciudad, estudia primaria y secundaria en el Colegio Santa Rosa de Lima, donde recibe el título de Bachiller en Ciencias, en el año 1961. Inicia ese mismo año sus estudios en la Facultad de Medicina de la UCV, finalizándolos en el año 1967, cuando recibe el título de Médico Cirujano. Posteriormente la envían a realizar el internado en el Hospital Central Luis Razetti de la ciudad de Barcelona, estado Anzoátegui y a su regreso comienza sus estudios de postgrado en Dermatología y Sifilografía en la UCV, culminándolos en el año 1972. Inmediatamente comienza su entrenamiento en el campo de la Micología Médica por varios años en la Sección de Micología del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela, bajo la dirección del ilustre maestro Doctor Dante Borelli, quien no sólo le inculca los conocimientos, sino que siembra en ella la vocación y el amor por esta rama de la Microbiología.
Durante sus estudios de posgrado conoce a Cornelio Antonio Arévalo (Médico Dermatólogo), con quien contrae nupcias. De esta unión nacen sus dos hijos, Carla e Ignacio Antonio, hoy en día profesionales de la Psicología y la Medicina respectivamente. A finales de 2002 su hija la hace abuela de un bello varón.
En 1969 inicia sus actividades profesionales en el Hospital Universitario de Caracas donde se desempeña como médico residente durante el período 69-72. Ocupa el cargo de jefe de Servicio de Dermatología de este hospital entre los años 1972 y 2002 y paralelamente con estas actividades, emprende su recorrido en el campo académico, siendo instructor suplente de la Cátedra de Dermatología y Sifilografía de la Escuela Luis Razzeti de la UCV. En el año 1974 concursa por el cargo de instructor de esta cátedra. Durante los años 1995-1997 ejerce el cargo de jefe de servicio de la Cátedra de Dermatología y Sifilografía. A pesar de su jubilación, sigue colaborando activamente con este servicio.
Durante su desempeño como docente, dedicó muchas horas a la formación de nuevos profesionales especialistas en el campo de la Micología Médica, quienes le hicieron varios reconocimientos, entre otros, dándole su nombre a diferentes promociones de egresados del postgrado. Participó como conferencista en eventos nacionales e internacionales, presentando más de 35 casos clínicos en reuniones y congresos de la Sociedad Venezolana de Dermatología y publicó numerosos trabajos científicos en revistas de reconocido prestigio en el área.
Quien escribe estas líneas compartió su amistad desde la infancia, cuando comenzamos los estudios de primaria en el Colegio Santa Rosa de Lima; sin embargo, no ha sido tarea fácil mencionar algunas características de la personalidad de Homagdy dado su carácter reservado. Creo que podría resumirla como médico consagrada a sus pacientes, de gran sensibilidad y calidad humana, colaboradora con quien la solicite, de naturaleza conservadora, escéptica, muy ordenada, planificada y lo más importante, «excelente amiga» y feliz abuela. Es amante de la lectura, especialmente de las biografías, la música y de los dulces, sobretodo de los chocolates tipo praliné, que le son obsequiados por sus amigos conocedores de esta debilidad.
Ha sido objeto de varios reconocimientos: Centro Médico Docente La Trinidad a los 10 y a los 20 años de servicio; Laboratorio Metropolitano a los 10 y 20 años de servicio; Laboratorio Metropolitano, reconocimiento por labor científica; Condecoración Rafael Rangel en Segunda Clase. Todo este desarrollo profesional se vio complementado con su vida personal y emocional. Siempre tuvo gran sensibilidad por la música y desde pequeña quiso aprender a tocar un instrumento y bailar danzas. Disfrutaba de la música en conciertos o simplemente en la quietud del hogar. Su afinidad con la misma es transmitida a mi persona quién estudió guitarra popular y clásica y que ahora comparto junto con mi esposo quien es pianista y compositor. Gran afinidad por el arte en todas sus expresiones, ratón de museos, en todos los países que ha visitado. Amante de los viajes con destinos no tradicionales (Israel, Egipto, Asia, África, y otros lugares). Afición a la buena mesa, gusta de cenar en los mejores sitios y de hacer vida social nocturna con sus amigos. Siempre ha demostrado interés por la Historia Universal, Historia del Arte y por la Poesía, heredada de su tío el poeta Rafael Alfonso Colmenares Yépez. Tiene afinidad por la fotografía, sobre todo de paisajes o de sitios de interés y de practicar algunos deportes entre lo que se encuentra la natación. Afín con los juegos de fútbol y deseos de estudiar Artes y Fotografía Profesional.
Biografía elaborada por
Norma de Castro