Arrullado por las refrescantes brisas del fértil valle del Yaracuy y bajo la vigilante protección de los espíritus integrantes de la Corte de la Reina María Lionza, en las vecinas montañas de Sorte, nace el 25 de octubre de 1950 Jaime Rafael, el tercer hijo varón de Olinda Rojas y Antonio Torres, una amorosa y ejemplar pareja de profesionales ampliamente apreciada en la entonces apacible población de San Felipe.

Muy tempranamente mostró el pequeño Jaime su avidez por la información e interés por los estudios en general, aprendiendo a leer a la edad de 3 años, antes de comenzar su educación escolar formal. Ya a los 11 años cursaba bachillerato en el Liceo «Arístides Rojas», de su ciudad natal, institución en la cual se graduó con honores, habiendo mostrado su capacidad de liderazgo e interés por las labores organizativas al ser electo como presidente del Centro de Estudiantes en dos oportunidades. A la aún tierna edad de 15 años, llega a Caracas a estudiar en la Escuela de Medicina «Luis Razetti», de la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde se destaca como estudiante aventajado en diversas asignaturas y es merecedor del Premio «Rudolph Jaffé», concedido por el Departamento de Patología. Durante sus estudios, muestra especial interés por la investigación médica, siendo escogido para el cargo de Estudiante Asistente en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), posición que desempeña durante 4 años, adscrito al laboratorio de Hematología del Instituto de Medicina Experimental, bajo la Dirección del Dr. Miguel Layrisse. Sus inquietudes sociales lo llevan a participar en numerosas actividades extracurriculares y es electo por votación amplia representante estudiantil ante el Consejo de Facultad. Egresa con el título de Médico Cirujano en 1972.

El también yaracuyano Dr. Félix Pifano, epónimo de su promoción médica y figura señera del desarrollo de la investigación en el campo de las enfermedades tropicales en Venezuela, estimula al recién egresado Dr. Torres a desarrollar una carrera académica en la UCV, ingresando como instructor por concurso en la Cátedra de Medicina Tropical, adscrito a la Sección de Endemias Rurales, del Instituto de Medicina Tropical, de la misma institución. Las actividades profesionales iniciales de Jaime Torres se desarrollaron en el ámbito de la docencia de pregrado, la actividad clínica y la realización de trabajos de campo como parte de diversos proyectos de investigación en áreas remotas del entonces llamado Territorio Federal Amazonas y en zonas rurales del país con focos de enfermedades endémicas bajo estudio. Producto de esta actividad es la publicación de sus primeros trabajos de investigación que incluye la descripción de una nueva especie de phlebotomus (Lutzomya begoñae) y la identificación de 4 especies nuevas para el país, al igual que trabajos experimentales sobre la prevención de la transmisión de malaria. Al poco tiempo, realiza su primer viaje de entrenamiento y estudios de posgrado a Sao Paulo, Brasil, en donde realiza el renombrado Curso Internacional de Medicina Tropical del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo y culmina una pasantía de seis meses en el Servicio de Infectología del Hospital de Servidores Públicos de la misma ciudad, bajo la coordinación del profesor Vicente Amato Neto, con quien publica un trabajo sobre infección congénita por Enfermedad de Chagas. Es durante esta pasantía donde Jaime decide que su actividad futura se orientaría hacia el amplio campo de la infectología clínica y las enfermedades tropicales.

A comienzos de 1976, Jaime hace de nuevo sus maletas para iniciar un largo episodio de formación de varios años de duración en la pintoresca ciudad de New Orleans, Louisiana, donde realiza su residencia de postgrado en el Servicio de Medicina Interna de Lousiana State University, con especialización en Enfermedades Infecciosas en la misma institución. Adicionalmente, culmina un posgrado académico con el título de Master en Salud Pública y Medicina Tropical, en la reconocida Universidad de Tulane. Durante su estadía en los Estados Unidos, se involucra en la publicación de quince trabajos de investigación en revistas especializadas y en la elaboración de tres capítulos en libros sobre tópicos infectológicos, además de la presentación de diversas comunicaciones en congresos y convenciones científicas. Entre las publicaciones más relevantes de esta etapa están estudios sobre la actividad antibacteriana de la emetina, concentración de la vancomicina en tejidos humanos, descripción de la encefalopatía asociada a la enfermedad por arañazo de gato en adultos, sensibilidad de Mycobacterium marinum a antibióticos, tratamiento de infecciones anaeróbicas con ticarcilina, reconocimiento del síndrome de esplenomegalia tropical en ambientes no tropicales y la primera descripción clínica de tromboflebitis supurativa de venas periféricas por Candida spp, su evolución, manejo y complicaciones.

Una vez de regreso en Venezuela, durante la década de los años 80, Jaime continúa su actividad académica, ascendiendo progresivamente en el escalafón docente, donde eventualmente alcanzaría el grado de profesor titular y se desempeñaría como jefe de la Cátedra de Medicina Tropical y durante varios años, como adjunto del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Caracas. Viaja de nuevo al Brasil y realiza el Curso de Perfeccionamiento en Medicina Tropical de la Universidad Federal de Brasilia. Al final de este período, Jaime toma una de las decisiones más afortunadas de toda su vida, al casarse con Elizabeth Malavé, una agraciada e inteligente joven colega a quien conoce cuando ella aun cursaba sus estudios médicos. Producto de esta unión es María Virginia, una hermosa joven cuya vivacidad e ilimitado potencial llenan de felicidad y esperanza a sus orgullosos padres.

Como parte de los trabajos de ascenso presentados y las publicaciones científicas realizadas en este período bajo su responsabilidad o con su participación directa, destacan la primera descripción de la historia natural de la leptospirosis humana en Venezuela; la descripción de los primeros casos y del primer y más importante foco endémico de esplenomegalia malárica hiperreactiva en el continente; la identificación de los primeros casos de carbunco industrial en el país; el reconocimiento del impacto devastador de la infección por los virus delta y de la hepatitis B, en poblaciones amerindias del Amazonas venezolano; la identificación del primer caso de infección por Sparganum proliferum en Latinoamérica, el aislamiento por primera vez de dicho parásito en medios de cultivos y en animales de laboratorio, la realización de estudios experimentales sobre el efecto de medicamentos antiparasitarios y la descripción de sus características estructurales y microestructurales; la descripción del primer foco autóctono conocido de paragonimiasis en Venezuela; el reconocimiento del riesgo del empleo masivo de praziquantel en poblaciones con alta prevalencia de neurocisticercosis y la demostración de la efectividad del albendazol en el tratamiento del síndrome de larva cutánea migratoria.

Paralelamente a su actividad académica y profesional, Jaime participó durante esos mismos años muy activamente en la fundación de la Sociedad Venezolana de Infectología, en la cual formó parte de varias de sus directivas y se desempeñó como presidente en el lapso de 1988-90. Igualmente, es miembro fundador de la Asociación Panamericana de Infectología (API), desempeñando diversas posiciones directivas y organizativas. Ha sido Editor Jefe del Boletín Venezolano de Infectología desde su creación. Durante la última década, Jaime ha permanecido activo y productivo desde el punto de vista científico y académico. Se ha desempeñado como jefe de la Sección de Infectología del Instituto de Medicina Tropical, coordinador médico del Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas (CAIBCO), de la Facultad de Medicina de la UCV, y más recientemente, ha estado involucrado en actividades organizativas en la International Society of Infectious Diseases (ISID), habiendo sido designado como coordinador de la lista de información epidemiológica latinoamericana ProMED-esp, un proyecto cooperativo entre ISID y API.

Con el apoyo de un selecto equipo de jóvenes infectólogos de gran capacidad, entusiasmo y vocación de servicio, constituido por José A. (Tony) Suárez, Laura Naranjo y Carlos Torres, se reactivó la consulta de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Medicina Tropical creándose una muy activa consulta especializada para pacientes adultos y niños con infección por el VIH, en la misma institución, así como un centro de distribución de medicamentos antiretrovirales. Entre las numerosas publicaciones científicas en las cuales ha participado durante esta etapa de su vida, destacan la descripción de respuestas inmunológicas de interferencia a vacunas conjugadas en el humano; la profundización en el conocimiento de la epidemiología y patogenia de la malaria y de la infección por los virus de la hepatitis B y delta en comunidades amerindias aisladas; la descripción de la mayor casuística de absceso esplénico por salmonella en la era antibiótica; la documentación de la efectividad de ivermectina en el tratamiento de la strongyloidiasis severa en pacientes con SIDA, considerada hoy en día como el tratamiento de elección para esta condición; estudios a largo plazo sobre la eficacia comparativa de las vías intradérmica e intramuscular en la inmunización contra la hepatitis B; los primeros estudios sobre la cuantificación de la carga plasmática del VIH en Venezuela; historia natural de la leptospirosis en Latinoamérica; el reconocimiento por primera vez de la ocurrencia de infecciones por micobacterias atípicas de crecimiento rápido como complicación de procedimientos de liposucción y lipoescultura, con la descripción de sus aspectos clínicos y terapéuticos; la identificación de la parotiditis aguda como una nueva complicación de la infección por el virus del dengue y la descripción en una comunidad amerindia aislada del primer brote conocido de anemia de células espiculadas. La actividad científica de Jaime Torres está plasmada en más de 100 publicaciones y ha sido merecedora de diversos premios y reconocimientos, entre los que resaltan el «Janssen Clinical Prize», de la American Society of Tropical Medicine and Hygiene, el «Premio César Lizardo», de la Sociedad Venezolana de Dermatología, el «Premio Luis Razetti» a la investigación clínica de la Facultad de Medicina, Universidad Central de Venezuela, su inclusión en el Year Book of Infectious Diseases por publicación científica destacada, su participación como profesor extraordinario de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara, México y como profesor invitado del Gorgas Course in Tropical Medicine, de la Universidad de Alabama y el Instituto de Medicina Tropical Alexander Von Humbolt, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, en Lima, Perú y su acreditación como miembro del Programa Nacional de Promoción al Investigador, del CONICIT desde sus inicios.

En la actual etapa de madurez de su vida, Jaime puede sentirse satisfecho de poder contar con el amor de su familia, al igual que el respeto y cariño de sus amigos y allegados. La medicina venezolana debe sentir profundo agradecimiento por los aportes de Jaime Torres quien se ha transformado en un norte para los jóvenes profesionales de la salud. Sus éxitos profesionales son el producto de una inteligencia al servicio de un propósito de vida.

Biografía elaborada por

Oswaldo Carmona

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