María Antonia de la Parte Pérez (Feli) nace el 17 de septiembre de 1940, en Burgos, ciudad de la provincia española caracterizada para la época por sus cuarteles y seminarios, además de su hermosa catedral gótica del Siglo XIII. Son sus padres Abraham de la Parte (†) y Asunción Pérez (†), ambos nacidos en Sasamón, provincia de Burgos, primos en segundo grado y con algunas diferencias en la forma de ver el mundo de la época.
Su padre recibió la educación local y su madre la escolaridad en Francia, donde había emigrado su familia en ocasión de la primera guerra mundial. Llega a esta familia humilde como primogénita, ya que los cuatro hermanos que la precedieron no sobrevivieron debido a las limitaciones técnicas de la obstetricia del momento. Tiene inclinación zurda y su padre, quien es su primer maestro, por considerar que la educación oficial española para la época (franquista y religiosa católica) no era la adecuada para su hija, al hacerse cargo, la educa como diestra en lo relacionado a la escritura y el uso de los cubiertos en la mesa. Crece en un ambiente de carencias materiales más no afectivas y su lengua materna es compartida con el francés, segundo idioma de su madre.
Inicia la escolaridad formal a los nueve años cuando por iniciativa de una compañera de juegos, ella solita se inscribe en el colegio “General Sanz Pastor” de Burgos donde cursa la Primaria. Siempre estuvo entre los primeros puestos de la clase y recibe reconocimientos desde su primer curso por su responsabilidad, dedicación y constancia. Posteriormente cursa bachillerato en la Escuela del Trabajo de Burgos y en la adolescencia viaja a Burdeos (Francia) para perfeccionar el francés. En 1960 se traslada a Londres (Reino Unido) donde además de aprender el idioma Inglés, cursa estudios de enfermería general en el Mile, hospital londinense, donde obtiene el State Registered Nurse (SRN por sus siglas en inglés) lo que sería equivalente hoy día a un Técnico Superior en Enfermería. En 1964 recibe, entre otros reconocimientos, el de la mejor estudiante extranjera. Posteriormente estudia enfermería obstétrica que no culmina debido a enfermedad y fallecimiento de su padre en España en 1965. Como se puede deducir de este relato, Feli tiene dos lenguas maternas y dominio del inglés. Otros idiomas como portugués, italiano y alemán son de manejo exclusivamente técnico.
De nuevo Feli está en casa de su madre en Burgos por dos razones importantes, su madre tiene salud delicada y necesita cuidados y su primer amor, Roberto Llarena, de origen vasco, vive en esa ciudad. Después de unos años de noviazgo contraen nupcias en Sasamón (Burgos) – en la Iglesia de Santa María la Mayor, donde también lo habían hecho sus padres en 1932 – el 30 de junio de 1967. Roberto y Feli fijan su residencia en Barcelona, España, donde nacen sus dos hijas, Natalia Virginia en 1970 y Silvia Patricia en 1971.
A finales de 1972 llega la familia a Caracas por invitación de su única hermana María Esther que reside en esta ciudad. Ambas familias se van a dedicar a la docencia, gerencia y administración de la red de academias de enseñanza comercial de su propiedad. Una vez instalada la familia en Caracas, comparten el trabajo con el estudio, es así como Feli, tras aprobar en Venezuela los estudios de Primaria y Bachillerato por el sistema de libre escolaridad, se inscribe en el sistema de asignación de cupos para la Educación Superior y, a pesar de haber solicitado Medicina como tercera opción, le es asignado el cupo en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Esta fortuna es considerada por toda la familia como «predestinación» debido a que Feli siempre deseó ser médico y se reorganiza la vida familiar alrededor de esta nueva meta.
Inicia estudios de Medicina en 1977, en el Ciclo Básico primero y luego en la Escuela «J.M. Vargas», compartiendo los estudios con su ocupación como profesora-directora de una academia de formación en secretariado y otras disciplinas comerciales en Caracas. Se gradúa de Médico Cirujano en 1983 y después de obtener la nacionalidad venezolana, hace su pasantía rural como residente en el hospital de la ciudad de Los Teques y El del Jarillo del estado Miranda. Posteriormente, concursa e inicia el Posgrado Universitario de Pediatría (UCV) en el Hospital de Niños «J.M. de los Ríos» de Caracas, obteniendo la especialidad en Puericultura y Pediatría. En 1992 se acerca a la Microbiología como docente de la asignatura en el Departamento de Ciencias Básicas de la recién creada Escuela Experimental de Enfermería de la UCV, con el deseo de aportar su experiencia como Enfermera y Médico a los estudiantes de Enfermería, enfatizando la importancia del profesional de la Enfermería como miembro del Equipo de Salud, destinado a desempeñarse en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, así como en el cuidado de la persona sana y de la enferma. En 1995 realiza en la Universidad de Valencia (España) el Master Internacional en Parasitología y Enfermedades Tropicales.
Como miembro ordinario del profesorado de la UCV prosigue su formación académica hasta el escalafón de profesor titular obtenido en 2011. En 2012, cursa un año sabático como investigadora invitada por el Departamento de Anatomía Patológica del Hospital Carlos III (Madrid, España) estudiando biofilms bacterianos desde el punto de vista de organización y crecimiento in vitro, disfrutando el trabajo con el Equipo del Laboratorio de Histopatología, además de participar en dos publicaciones en revistas como el Journal of Microbiologica Methods e Histology & Histopathology. Cellular and Molecular Biology.
Una vez reincorporada a las actividades docentes concursa e inicia el Doctorado Latinoamericano en Educación (DLAE): políticas públicas y profesión docente, titulándose tras la lectura de la tesis “Representaciones sociales sobre la valoración de la profesión docente en Colombia y Venezuela”.
Durante los más de 30 años de ejercicio docente continuado hasta la fecha (2023) como profesora de Microbiología de la Facultad de Medicina de la UCV, ha contribuido con la formación de recursos humanos. También ha tenido el honor de participar como representante profesoral electa ante el Consejo de la Escuela de Enfermería durante dos periodos y del Consejo de la Facultad de Medicina de la UCV durante 3 periodos. También ha recibido reconocimientos universitarios como Profesor Meritorio e investigador de larga data, el premio a la investigación básica “Dr. José María Vargas” en su undécima edición de 2005, así como la placa de la Orden “JM Vargas”. Como investigador ha sido reconocida con la orden “Cecilio Acosta” de la Gobernación del Estado Miranda en su tercera clase.
Sus líneas de investigación incluyen patologías por coccidias, siendo el Cryptosporidium spp. El enteropatógeno emergente en la epidemia del SIDA como el mejor estudiado. También la leishmaniosis cutánea americana ha sido objeto de estudio y múltiples publicaciones producto de la Consulta sobre Endemias Rurales en el Instituto de Medicina Tropical, compartida con el doctor Pedro Navarro Rojas (†) y su Equipo de la Cátedra de Medicina Tropical de la Escuela de Medicina “Luis Razetti”. Ha presentado más de 100 trabajos libres en congresos nacionales e internacionales y ha publicado más de 100 artículos científicos sobre Microbiología, Pediatría y Educación, así como Monografías sobre las enfermedades infecciosas más frecuentes con enfoque para el estudiante de enfermería. También es autora de varios capítulos de libros sobre temas de Microbiología y Parasitología.
A lo largo de la vida académica ha participado en el Consejo Editorial y ejercido como revisor de trabajos en revistas médicas venezolanas e internacionales, arbitrando trabajos y proyectos de investigación sobre Microbiología, Parasitología y Pediatría principalmente.
Como conferencista y organizador de eventos científicos destaca la organización de foros con la participación de estudiantes sobre temas de salud y educación en ponencias nacionales sobre criptosporidiosis y SIDA y sobre leishmaniosis tegumentaria americana en Venezuela. Disfruta presentando la historiografía de Florence Nightingale como fundadora de la enfermería moderna y sobre la vida y obra del sabio Luis Pasteur, de quien es gran admiradora y divulgadora de sus aportes a la ciencia en general y a la medicina en particular, a pesar de no ser médico de formación.
Es miembro de varias sociedades científicas nacionales e internacionales. Desde 1992 participa activamente con la Sociedad Venezolana de Microbiología como miembro titular del Capítulo Metropolitano. Ha colaborado como Secretaria de Actas y Tesorera de la Junta Directiva capitular en varios períodos. Pertenece al Comité Editorial de la Revista de la Sociedad desde hace casi tres décadas.
De carácter vehemente, respetuosa del pensamiento ajeno y promotora de la congruencia (pensar, decir y hacer dentro de una misma línea filosófica y moral), disfruta el ejercicio de la docencia-aprendizaje predica a los cuatro vientos que el profesor no tiene nada que enseñar, que el aprendizaje es activo y que la enseñanza se fundamenta en el ejemplo. Inicia en la edad madura el estudio de la espiritualidad y, a pesar de haber nacido en un país católico sin otra opción en tiempos del dictador Franco, no se identifica con religión alguna y es respetuosa de todas. Cultiva su Dios personal. En su momento estudió la filosofía del pedagogo francés nacido en Lyon, Allan Kardec, denominada espiritismo científico. Sin embargo, ya esa inquietud pertenece a su historia personal.
Adoptó de cuerpo, mente y alma la nacionalidad venezolana e hizo de Caracas su patria chica por elección consciente. Dedica su tiempo libre a la lectura de temas de crecimiento espiritual, al cultivo de flores en la jardinera de su apartamento en Sebucán y a compartir con la familia en España siempre que es posible volar sobre el Atlántico. Disfruta del ejercicio al aire libre, por lo que tiene un circuito diario por el asfalto de Sebucán y Los Palos Grandes de unos 40 minutos que la mantienen activa. El ascenso al «El Ávila» se ha puesto difícil por lo erosionado de los caminos de nuestra montaña. Disfruta recibiendo amigos en la terraza de su casa desde la llegada de la pandemia de la Covid-19.
Agradece infinitamente a Venezuela, a todos sus maestros, compañeros, colegas, amigos y pacientes por haberle otorgado su confianza, respeto y cariño. Se define feliz en Caracas y en cualquier lugar donde se encuentre, así como responsable de todos los aspectos de su vida. La partida de mi amiga, casi hermana Pilar Hurtado, ha representado una gran pérdida para ella. Desea ser cada día mejor para trascender a un nivel superior de conciencia. Sus palabras clave son agradecimiento, transparencia y confianza.
Unas frases que la identifican: “mi palabra es un documento” y “la meta de mi vida es convertirme en la mejor versión de mí misma”. Sigue el consejo de Séneca: “es mejor preocuparse no tanto por cómo vivir más, sino por cómo vivir mejor” y completa que se debe realizar el esfuerzo constante para protagonizar una vida virtuosa y honorable. Desea ser ejemplo para invitar a ser mejores personas, mejores esposos, mejores padres, mejores hijos, mejores profesionales, procurando que todos a su alrededor adquieran un compromiso similar, porque el bien se contagia.
*Biografía actualizada por Ana Brito al 06-04-2023.
Biografía elaborada por
Ana Brito y Pilar Hurtado (†)