Alberto José Flores Toledo, nace el 07 de septiembre de 1957, en San José de Guanipa (El Tigrito), estado Anzoátegui. Es hijo del bioanalista José R. Flores y Esther L. Toledo, y es el tercero de cinco hermanos. Cursó la primaria (1963-1969) en el Instituto «Simón Bolívar» de El Tigre, y la secundaria (1969-1972) en el Colegio «San Antonio» de la misma localidad, culminando sus estudios de bachillerato en la «Unidad Educacional Paraíso» (1972-1974) en Caracas. En 1975 comienza su carrera universitaria en la Escuela de Bioanálisis de la Universidad Central de Venezuela donde gracias al pensum de la época, inclinó sus estudios a la mención Microbiología, afianzando su interés en esta especialidad.
En 1979, antes de finalizar sus estudios obtiene por concurso una beca como Estudiante Visitante y continúa como Estudiante Asistente en el Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC), en el Laboratorio de Micología bajo la tutoría del Dr. Felipe San Blas, trabajando exclusivamente con Paracoccidioides brasiliensis. Casi simultáneamente logra asistir, previo consentimiento del Dr. José J. Gutiérrez Alfaro, al Laboratorio de Microbiología del Centro Médico de Caracas, lugar que indudablemente lo marcaría en su formación profesional. Realizó pasantía de Pregrado en el laboratorio del Hospital IVSS «Miguel Pérez Carreño», donde recibió especial atención de la Lic. Evelia Noriega, Jefa del Laboratorio de Microbiología del mencionado hospital.
El 16 de enero de 1981 obtiene el grado de Licenciado en Bioanálisis, y de inmediato comienza su carrera profesional en el laboratorio de Microbiología del Centro Médico de Caracas. El destino le brinda la gran oportunidad de trabajar bajo la tutela del Dr. José J. Gutiérrez Alfaro, médico microbiólogo que marcó época en la microbiología nacional, pionero de la microbiología anaeróbica en Venezuela. A finales de 1981 se une en matrimonio con la Lic. en Administración Irma de los Ángeles Malizia; dicha unión ha sido siempre soporte de su trabajo, consagrado en el tiempo con el nacimiento de sus dos hijos, Gerardo e Isabella.
Conoce personas importantes de la microbiología y participa en conjunto en la publicación y presentación de trabajos científicos. Por la cercanía al Dr. Manuel Guzmán Blanco, comienza a conocer de la resistencia bacteriana y lo incentiva a viajar a la ciudad de Boston (EEUU). Durante un año, incursiona en el campo de la investigación de mano del Dr. Thomas O’Brien y coparticipa en el trabajo «Nosocomial Spread of Amikacin Resistance Gene on both Mobilized, Nonconjugative Plasmid and a Conjugative Plasmid«.
A su regreso a Caracas, se incorpora a la «Unidad de Microbiología Médica» en conjunto con su maestro el Dr. José J. Gutiérrez Alfaro. Presta especial interés en la relación paciente-microbiólogo. Además, participa como Secretario General de Sociedad Venezolana de Microbiología, siendo presidenta la Profesora Elsa La Corte quien, en una oportunidad le invita a formar parte de la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Odontología, al igual que al comienzo de su carrera lo hiciera la Escuela de Bioanálisis, opciones que declinaría, quizás, por su pasión hacia la parte práctica y activa de la Microbiología Clínica.
En 1992, retorna a su estado nativo y crea el Laboratorio de Microbiología en el Centro Clínico «Esperanza Paraco» en El Tigre, donde ha sido tutor de estudiantes de Pregrado de Bioanálisis de la Universidad de Oriente en el área de Microbiología. Allí continúa fomentando el contacto directo con el paciente, en diálogo permanente con el médico, personalizando la atención en la medida de lo posible. Alberto Flores es uno de los bacteriólogos más brillantes que he conocido. Es un hombre excepcionalmente detallista a la hora de sentarse frente a un microscopio o de identificar un germen. Es un ejemplo para las nuevas generaciones de microbiólogos.
Biografía elaborada por
Oswaldo Carmona